Jaguayano estarán tocando en el Río Babel (4 julio, Madrid) y Santander Music (2 agosto, Santander).
“Todo Retumba” (Auto, 18) y “Playa Diablo” (Auto, 22) fueron tu primer y segundo álbum respectivamente ¿Cómo los percibes con la perspectiva que da el paso del tiempo?
He vivido con ellos diferentes fases: desde la etapa de sentirme orgulloso y quererlos, hasta de no sentirme cómodo o identificado y querer retroceder en el tiempo para retocarlos o cambiarlos. Ahora mismo siento que he llegado al punto más sano que es el de aceptar que es la creación más perfecta y adecuada para ese momento y lugar en el que entonces estaba viviendo.
¿Cuáles son las principales diferencias entre ambos y "Botas de Aguacate"? ¿Qué hay de nuevo en este nuevo disco con respecto a tus lanzamientos previos?
La creación del primer disco fue pura inocencia; fue actuar de forma impulsiva y sin pretensiones; un juego. Con el segundo disco quería profesionalizar el proyecto, buscar un sonido más potente y trabajar de forma más precavida, profunda y global. “Botas de Aguacate” es una mezcla de lo mejor de ambos procesos creativos. Juntar el lado más disfrutón y desenfadado de los inicios y el bagaje de un proyecto más sólido y maduro del segundo álbum. He explorado en profundidad diferentes sonidos, instrumentos, aparatos y ritmos. Desde sustituir el micrófono tradicional por un teléfono antiguo de disco, hasta trastear con pianos de juguete, latas de galletas y un sin fin de instrumentos exóticos. Es algo diferente y fresco.
“Los seres humanos estamos constantemente absorbiendo información como esponjas”
"Botas de Aguacate" es un disco ecléctico, que casi parece que juega al despiste de un tema a otro ¿Buscabas esa diversidad estilística y huir, de algún modo, del acomodo?
Así lo he vivido. Cuando empecé a componer canciones como Jaguayano tuve la suerte de encontrar mi propio sonido desde muy pronto. Un sonido característico que rápidamente se podía identificar y diferenciar, pero eso estuvo a punto de matarme artísticamente. Este disco me ha enseñado mucho acerca de no juzgar mi obra, alejarme de las etiquetas y vivir la creatividad desde la libertad.
Incidiendo en este tema ¿Qué tipo de disco querías hacer? ¿Qué aspecto buscabas para el álbum?
Buscaba un trabajo más allá de lo musical, que tuviese una historia y que, para entenderla en su totalidad, hiciese falta apoyarse en otros formatos además del sonoro como pueden ser videoclips, fotografías, vídeos en redes sociales... Todo dentro de una estética y sonido concreto.
El disco tiene un sonido muy realista, no llegaría a decir de baja fidelidad, pero desde luego evita ese vicio que suele ser la sobreproducción ¿Cómo has enfocado este tema en concreto?
Efectivamente, al final fue embarcarse en un viaje junto al productor Neko del Río en el que íbamos con la idea clara de encontrar un sonido intermedio entre lo maquetero y lo más puramente de estudio. Como público soy un apasionado de la música que suena mal producida, porque, en mi opinión, aporta unas ternura y desnudez que son difíciles de reemplazar de otras formas… Por eso nos gusta bañarnos un poco de eso, pero manteniendo también lo bueno del otro mundo.
Hay generosas dosis de exotismo y buenas vibraciones en "Botas de Aguacate" ¿De dónde ha venido la inspiración para componer estas soleadas canciones?
La mente es tan inmensa y compleja que me resulta difícil saber qué me inspira para crear todas estas canciones. Los seres humanos estamos constantemente absorbiendo información como esponjas: sonidos, sabores, texturas, olores, colores... Estímulos de todo tipo, incluso hasta cuando dormimos. Mi inspiración es estar vivo, porque todo, en mayor o menor medida, me aporta consciente o inconscientemente.
“Los artistas que más me han llegado son Daniel Johnston, The Microphones y The Beatles”
Lo que parece innegociable es que "Botas de Aguacate" es una celebración vital ¿Estás de acuerdo?
Totalmente. Desde mi perspectiva como creador es un canto a la libertad creativa, a quitarse un poco las cadenas que uno mismo se pone como artista. Y me ilusiona mucho saber que luego genera esa sensación que mencionas al escucharlo, ya que sería el equivalente, pero como espectador.
"Botas de Aguacate", la canción titular, es también mi favorita ¿Qué puedes contarnos de esta canción y por qué la elegiste para titular el álbum?
Es una canción que marcó el principio de todo el concepto del disco. Al final en este álbum se narra la historia de cómo Jaguayano empieza a lidiar con la soledad de haber naufragado en una isla desierta. Esto acaba siendo una lucha constante con sus demonios, representados por seres mitológicos de Cantabria, lo que le aporta el aprendizaje de disfrutar de un mundo interno lleno de imaginación y fantasía con el que convivirá con diferentes personajes imaginarios y animados. Las Botas de Aguacate son el vínculo que hay entre el mundo exterior y el interior.
Cuentas con un currículo de siete años ¿Qué has aprendido en todo ese tiempo sobre el hecho de hacer música y también del negocio?
He aprendido mucho sobre cómo transformar mi gran pasión en mi trabajo. Conlleva muchos aprendizajes en una gran multitud de aspectos. La figura del artista engloba muchos campos además del meramente creativo y actuar, a veces, de forma más fría que emocional. La figura del artista es la figura de un empresario.
¿Hay algún referente ineludible para ti cuando se trata de componer? Escuchándote es difícil no pensar (por momentos) en Muchachito Bombo Inferno, por ejemplo.
Qué bueno que te haya venido a la cabeza Jairo. Le tengo mucho cariño y me encanta cómo escribe y crea las rítmicas a través de sus letras. Es todo un cumplido. Al tener una familia muy melómana, he bebido de muchas influencias y, poco a poco, fui encontrando lo que más me inspiraba. Los artistas que más me han llegado a la patata son Daniel Johnston, The Microphones y The Beatles.
Actuarás en el Río Babel en unas semanas. ¿Cómo definirías los conciertos de Jaguayano?
Por ahora confirmados en el Rio Babel el 4 de julio y en el Santander Music el 2 de agosto. Habrá más sorpresas. Me gusta la idea de que mis conciertos sean una montaña rusa de emociones e intentar tocar el alma en diferentes sitios. Eso, siempre y cuando haya tiempo, claro. Cuando el tiempo es más reducido como en los festivales, son una fiesta en toda regla.

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