Guerra fría

Entartete Kunst pueden sonar a la ‘puta guerra fría’, se lo dijeron desde el público una vez, y como aquella pueden hacer estragos sin saber por qué, siendo reales pero intangibles.

El camino ha sido largo, Entartete Kunst acaban de presentarse en
sociedad. Han llovido ya conciertos y maquetas desde el 96. “Quizá porque ha sido la primera vez que hemos visto un conjunto con
cierta unidad, más que un puñado de canciones dispares e irregulares. La verdad
es que planificamos un disco entero desde el mismo momento de la composición,
por lo que el resultado no podía ser otro que este largo”. Entonces,
¿ser identificados como un grupo nuevo no será una hiriente ironía a estas
alturas? “Pues sinceramente no nos
parece del todo mal lo de grupo nuevo, porque el cambio que hemos hecho con
este disco respecto a los anteriores trabajos es significativo. No somos un
grupo nuevo, sino un grupo renovado. Con nuevas maneras, nuevas intenciones y
nuevas ganas. Nos ha ayudado a ello la mano que nos ha echado B-Core con la
distribución y la promo, la verdad.
Contar con una buena distribución física y digital es esencial para poder
difundir tu trabajo”. Uno tiene la sensación de encontrarse ante un grupo
auténtico, con cosas que decir y con una manera de decirlas que hace justicia a
esa sobriedad y oscuridad más telúricas que tenebristas. Quizá ayude la
semiótica del ruso, idioma que utilizan. “Como dijo alguien del público en Bermeo después de
vernos por primera vez: ‘Sois la puta guerra fría’. Supongo que el ruso es
indisociable de su época como gran lengua del socialismo. Aunque no nos
interesa mucho esta asociación, reconocemos que debe de ser mayoritaria.
Siempre hemos tenido afinidad con la imaginería de Joy Division, es innegable.
Nosotros vemos el alemán y el ruso como las lenguas de los grandes futuristas,
de los grandes revolucionarios y de los grandes expresionistas”