“Mi disco es totalmente opuesto a lo que hoy en día lo peta”

Intencionado o no, Gorka Urbizu está consiguiendo un notable éxito, tanto con sus grabaciones como con sus conciertos.

De hecho ha obtenido un buen número de sold out, y no solo en la despedida de la gira: Llenazos en Santana 27, Baluarte, Kafe Antzokia, o el Victoria Eugenia donostiarra, con nada menos que con cuatro fechas consecutivas.

Ahora toca asimilar todo lo vivido en 2024 y 2025, la retirada a los cuarteles de invierno para reflexionar y, esperemos, ir componiendo sin prisa nuevas canciones para un futuro segundo disco largo. Centrémonos ahora en lo que nos cuenta Gorka en una serie de respuestas de lo más jugosas.

Tenemos aún el nuevo single (“Bakan II”) casi recién salido del horno y la respuesta ha sido, por lo que sabemos, muy entusiasta por parte de público y crítica. Entiendo que algunos fans de Berri Txarrak se hayan bajado del carro pero estás ganando nuevos seguidores que se suman a los que son fans tuyos desde hace mucho tiempo.
Tengo la sensación de haber creado una nueva comunidad alrededor de este proyecto, donde veo gente que me sigue desde hace años mezclada con público que acaba de descubrir mi música; es algo que valoro muchísimo a estas alturas de mi carrera. Mi técnico de sonido me dijo que al principio de la gira todo eran camis de Berri Txarrak y al terminarla estaba lleno de camis de GU, y algo de eso hay.

¿Has notado, tanto en los conciertos como en redes, ese parcial cambio generacional?
Tengo la suerte de que mi público es bastante diverso en cuanto a género, generación y estilo musical. También es muy blanco, todo hay que decirlo.

“Tengo la sensación de haber creado una nueva comunidad”

Tu nuevo single es el segundo del año. Aquel “Bakan I” vió la luz en enero y este último el 20 de octubre de este año. Creo que este último es superior a aquél, aunque “Bakan I” tenía un muy buen nivel. ¿Estás perfeccionando tus composiciones dentro de este cambio radical que has dado con tu carrera en solitario?
Realmente no lo sé. Es verdad que “Bakan I” lo grabé en una época muy difícil a nivel personal y creo que algo se nota. Estaba fatal de ánimo; sin embargo, son dos temas que en directo arrasan. Los de Abbey Road tienen otra chispa, ha sido más un divertimento para celebrar el fin de una gira que me ha cambiado.

“Diamantea” refleja esa desnudez penetrante de tu breve (por ahora) recorrido en solitario. Es la simplicidad hecha música, aunque parece perfectamente estructurado e intencionado. Llama la atención, también, que todo ese engranaje se vea rematado por unas baterías poco ruidosas pero siempre presentes, algo muy difícil de lograr.
“Diamantea” es un tema muy de riff, algo que en esta etapa no había exprimido mucho. Si te fijas, los arreglos de guitarra en “Hasiera Bat” están cuidadísimos y son detalles más intermitentes, como rayos de luz que entran de repente y alumbran la canción. Aquí desde el inicio hay un riff de guitarra que va como una locomotora y todo se construye a su alrededor. Me gusta el contraste entre algo casi bailable y la oscuridad de la letra, hay algo de melancolía y tristeza en el ambiente. Algo así como bailar triste, ja ja. Se dice de los Smiths, por ejemplo, ¿no? Aquello de música luminosa y letras cortavenas.

La joya de la corona es “Zilarra”. Creo firmemente que este es el mejor tema de tu nueva aventura en solitario. ¿Has partido de una estructura y has ido quitando capas hasta lograr quedarte con lo más esencial, o en todo momento el tema dispuso de tal desnudez?
Oh, gracias. Es curioso que digas esto, porque nos costó tanto elegir single que al final decidimos que el vinilo tendría dos caras A (en otro gesto hacia los Beatles), hicimos dos videoclips... Para mí “Zilarra” es una canción pop más convencional si quieres, pero me alegro de cómo ha sido recibida.

Compré una guitarra Guild de los 50, la llevé a una prueba de sonido y fue literalmente el primer riff que me salió. La estrofa y el estribillo estaban ya ahí desde el minuto uno. Luego fue ir puliendo detalles, pero mi obsesión fue no alejarme demasiado de ese impulso original, que siempre tiene algo muy puro.

“’Bakan I’ lo grabé en una época muy difícil a nivel personal”

Hablemos ya de los estudios Abbey Road. Aunque las pregunta sea muy obvia, cuéntanos para los lectores de Mondo Sonoro como surgió la idea y por supuesto, cómo se llevó o se consiguió llevarlo a la práctica.
Ya con Berri lo intenté en su día, pero no se dieron las circunstancias. Esta vez sí. Cuento con que este es un EP deficitario, pero el income en lo inmaterial hace que merezca la pena 100%, es algo que jamás olvidaré.
A principios de año toqué en un festival de cine en Bangkok y después me quedé un tiempo por allí. Aproveché para planear el 2025 y algo me decía que era el momento de retomar lo de Abbey Road. Escribí un mail desde Asia y tuve la suerte de que esta vez cuadrara todo. Yo aún no tenía las canciones, pero volví del viaje con una reserva confirmada en el Estudio 2 de Abbey Road para verano. ¡Realmente empecé la casa por el tejado!

Grabar allí supuso un subidón impresionante para tí, según has comentado en prensa y en internet. ¡Pudiste tocar el mismo piano que los Beatles! ¿Un sueño hecho realidad, tanto esto último como el hecho de grabar en unos estudios tan míticos?
Me cuesta mucho explicar lo que sentimos tanto yo como los músicos implicados al entrar en ese lugar. Ahí se han grabado muchos de los temas que cambiaron el rumbo de la música popular occidental. Realmente hay algo en el ambiente que te toca muy dentro, de verdad, no soy capaz de explicarlo.

Con la gira ya terminada con llenazos absolutos, ¿Llega un período de descanso en invierno o te dedicarás a componer más temas? Mejor dicho, ¿tienes ya temas nuevos?
No tengo nada, siempre he separado el periodo de gira con el de composición, son dos tempos y dos moods totalmente diferentes. Pero me siento inspirado y muy a gusto con el proyecto, con la gente que me rodea y con la conexión que se ha creado con el público. Así que mi idea es descansar un poquito y ponerme a componer. No creo que tarde otros cuatro años en publicar nuevo material.

En enero hará dos años que sacaste tu debut de larga duración. Después han seguido otros tres singles y giras exitosas. ¿Como ves, con la perspectiva de casi dos años, toda esta aventura en solitario que estás viviendo?
Todo nuevo proyecto encierra un gran signo de interrogación: nadie sabe nada. Sólo puedes poner todo tu cariño en las canciones y ver qué sucede. Siento que lo que hago, tanto en la forma como en el contenido, es totalmente opuesto a lo que hoy en día lo peta. No digo que haya inventado nada ni que sea el único, para nada, pero sí se trata de una reacción a la saturación, la superficialidad y el exceso de estímulos en la música: canciones vs contenido. Por eso me alegra tanto ver que el mensaje ha calado. Mi bando es el de lxs artistas que intentan hacer frente al cinismo y la crueldad del mundo con su arte, y he podido constatar que hay mucha gente que lo recibe con los brazos abiertos, más allá de números, algoritmos y estrategias de márketing.

Disolver Berri Txarrak fue una decisión vital. Además, el descanso resultó ser inspirador, sin el nombre que te ha hecho famoso. Aun así, el éxito del nuevo proyecto es evidente, por lo cual tus giras podrían seguir subiendo tanto en infraestructura como en el tamaño de los recintos. ¿No te da eso mismo cierto vértigo?
Bendito problema, resultaría casi cínico quejarse de eso, cuando soy muy consciente de lo que cuesta sacar adelante cualquier proyecto musical. Estoy tremendamente agradecido con mi público y solo quiero recompensárselo con mejores canciones.