Hace un par de años, a los responsables del sello Respect Is Burning se les ocurrió la idea de proyectar una sesión que tratase de reflejar los acontecimientos acaecidos en la última gran fiesta celebrada en la mansión del magazine para adultos más importante del mundo. Dimitri From Paris fue escogido para la ocasión debido a su distinguido talante de dandy, tanto por su aspecto como por su buen hacer detrás de los platos. El éxito de aquella experiencia fue tan rotundo que tanto Playboy como Respect Is Burning se pusieron en contacto con él de nuevo para que volviera sobre sus pasos, ahora cabrá esperar si las cifras de ventas llegarán a hacer sombra a las trescientas mil copias vendidas de su anterior trabajo.
| “Fue una interesante reunión de caracteres extremadamente dispares… Hugh Hefner me sorprendió cuando empezó a mirar mis vinilos” |
Verdaderamente será todo un obstáculo tratar de vender un disco que parece girar entorno a la misma idea que el anterior. “Digamos que esta sesión comienza justamente donde acabó la anterior. El anterior disco trataba de reflejar lo que sucedió durante la fiesta. Éste, en cambio, describe lo que pasó después. Viene a describir el momento en que vuelves a casa en el coche, o te vas a casa de unos amigos, o acabas con tu novia. Por eso el primer compacto es como más chill out, más suave, incluso más soul. El segundo compacto sería para escucharlo el día después, para rememorar la noche anterior y volverte a reanimar, yendo del hard house, pasando por la música disco, el deep y llegando, incluso, a la música pop. Así que yo creo que estaríamos hablando de tres fases diferenciadas de una misma vivencia”. Otra de las curiosidades que me corroía enormemente era saber cuál fue el ambiente de tal despampanante sarao. ¿Quién no ha soñado nunca vivir la experiencia de asistir a una fiesta donde entre los invitados se encontrasen las playmates de los últimos años? “Yo creo que había dos tipos de personas. La gente que yo conocía, que pertenecen al mundo de la música, y, por otro lado, viejos artistas de cine de la década de los setenta… y por supuesto las playmates. Fue una interesante reunión de caracteres extremadamente dispares… Hugh Hefner me sorprendió cuando empezó a mirar mis vinilos, recuerdo que apartó algunos discos de los setenta y me pidió que se los pusiera. Cuando lo hice, se llevó a sus novias gemelas al yacuzzi y me dijo que cuando acabase de pinchar, si aún no había vuelto, que fuera a rescatarle apresuradamente”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.