Con miembros curtidos en un sinfín de proyectos en torno a Lizarra, el objetivo no es moco de pavo, y han conseguido no solo insertar en la escena vasca estilos como la rumba sino también cumbia, bachata, euskal dantzak, momentos rave, autotune a raudales… Local más en las referencias culturales a priori alejadas del estilo y en las letras, llenas de detalles divertidos que en el sonido mas global.
Publicado con el mejor timing posible, empezando la primavera, el disco supone una de las grandes sorpresas de este año incluso para ellos mismos, que va ganando con las escuchas. Grabado y compuesto en el cuarto del abuelo Cayo, lo que empezó como el primer trabajo largo del colectivo se convirtió en el trabajo de producción de el Beltza, el Senisa y el Caete. Pues han parido el disco del año… palabrita de lolailo.
La banda actuará el 2 de junio en Irurtzun y el 21 de octubre en Viana dentro de la programación de la tercera edición del ciclo Girando por Navarra / Bira Nafarroan.
Presentaros un poco. ¿Quienes sois? ¿Es una banda cerrada o cambiante? ¿Venís de algún otro proyecto anterior?
Aupa txutis! Raimundo el Canastero somos un colectivo de colegas que solemos quedar para ponernos espirituosos, hacer música y tocar en directo. Aunque solemos llevar un formato mínimo fijo a los directos, somos una formación cambiante y dependiendo del lugar y las ganas solemos variar la formación (introduciendo un mayor o menor número de vientos, percusionistas o palmeros).
La mayoría de nosotros ha estado o está involucrado en otros proyectos. El panka (bajo) tocaba en Prest! y Ardousaye, el Senisa a.k.a Tarima Kendu (batería) es trompetista en la Broken Brothers Brass Band, productor en B.U.G y actualmente acompaña a J Martina en los directos con banda, el Caete (cajón y voz) lleva 13 años siendo vocalista de Bide Bakarra, el Txarro (guitarra y voz) era el vocalista de Irrikan, Beltza (Saxofón y voz) es también cantante y letrista de B.U.G, D' Urruti (guitarra) tocaba la guitarra en Sustrajah Band y es guitarrista de jazz …Quizá el único que no había estado sumergido en ningún proyecto musical antes es el Flako (cantante) y, en cierta medida, la primera idea de hacer un grupo así surgió después de que el Caete lo escuchara cantar de mañaneo en San Fermin. Pero lo dicho, la mayoría de nosotros llevamos años en la pomada aunque, pese a ser amigos desde hace años, nunca habíamos hecho nada juntos hasta que creamos al payo Raimundo.
¿Quién es Raimundo el Canastero? ¿Y Beltza Senisa y Caete?
Raimundo el Canastero es el nombre del grupo de whatsapp que hicimos para tocar en el aniversario del gaztetxe Sugarra en nuestro pueblo (Lizarra). Es decir, es un nombre propio que hace referencia a un colectivo, algo que suele dar pie a cierto error categorial: los técnicos de sonido o la prensa nos suelen preguntar por Raimundo, incluso en el pueblo hay gente que se refiere a Flako Ray como Raimundo debido a que es el vocalista principal, pero siento deciros que Raimundo el Canastero no es otra cosa distinta del conjunto de amigos y músicos que nos juntamos para hacer rumbikas y las relaciones que hacemos en dicho proceso.
Por su parte, Beltza, Senisa y Caete son los seudónimos que hay detrás de Mikel Beltza, Imanol Viñarás y Julen Arbizu, saxofonista, cajón y batería de la banda (respectivamente) y principales creadores de No Todo Es Rumba (N.T.E.R.), último trabajo de nuestro colectivo.
¿De dónde viene la intención de formar la banda? ¿Y la inspiración?
En principio, dado que el grupo surgió de forma muy espontánea en plena época Covid, tocábamos versiones rumberas clásicas (los Chichos, el Canelita, los Delinquentes, los Gipsy Kings, C.Tangana…) y lo hacíamos, al igual que el público, estando sentados. La intención de formar una banda no fue más que el resultado de la necesidad que tenemos todos los grupos de Lizarra de “sonar gordo” (si, la rumba puede sonar gorda). El Senisa tiene muchos amigos en el conservatorio y nos propuso la idea de decirles a algunos para que se vinieran a soplar (en los dos sentidos), él cedió su hueco como trompetista y pasó a tocar la batería, Beltza desempolvó su saxofón e hizo lo propio y el resto del grupo, salvo el Caete que toca el cajón, comenzó a ponerse de pie en los directos. Después del primer bolo con este nuevo formato no hemos pensado nunca en volver a lo que hacíamos antes.
Tampoco es que haya habido una inspiración concreta, aunque sí que es cierto que el Caete y el Flako un día de buenos humos estuvieron en casa viendo el directo de los Gipsy Kings en el Royal Albert Hall y desde entonces cada vez que un directo sale bien se escucha eso de “fua primo si pareciamos los Gipsy Kings modo apisonadora” (ya quisiéramos ja).
¿De qué backgrounds culturales y musicales venís? ¿Cómo ha sido aunarlos entre tanta gente de una manera tan efectiva?
Quizá aquí se encuentra la mayor riqueza del colectivo. Todos tenemos unas referencias musicales y culturales muy distintas. El Panka (bajo) siempre ha sido muy metalero y, dado que su familia es de Errezil (saraut Paulino Uzkudun ta Aimar Irigoien), conoce bien y goza la cultura euskaldun (ahora parece que anda toloco con Oskorri de nuevo), el Senisa (productor/bateria) es un jazzman, un tio inquieto y espontáneo que no para de probar y mezclar cosas nuevas, Flako Ray y el Txarro (vocalistas y guitarra) son hermanos y se han criado escuchando a los Chichos en el coche del viejo, aunque el segundo goza más con los Delinquentes y el primero con el Parrita, Beltza (saxofón y vocalista) es de grupos míticos que pueden ir desde Hertzainak a ElBicho aunque también disfruta con Dellafuente o Yung Beef, como el Caete (cajón y voz) que, pese a haber hecho rap metal muchos años, escucha música de todo tipo (excepto rap metal), artistas que van desde Rafa Berrio a Ray Heredia, pasando por The Internet, Moraito Chico o Natanael Cano.
La forma que hemos tenido de juntar todo este contexto ha sido tener claro que lo que queríamos hacer principalmente era rumba con su toque flamenkiko, partiendo de ahí nos podemos ir (y nos hemos ido) a cualquier parte, pero creo que todos tenemos claro que tanto la música como el ambiente que creamos son rumberos, a partir de eso todo es campo, cervatillo.
¿Es natural o intencionado mezclar cultura vasca con estos estilos mas inusuales?
Creo que ambas. Es decir, hay ciertas expresiones, bromas o códigos que se dan debido a nuestro origen cultural. Todos nosotros nos hemos criado cantando en Santa Agueda, queriendo ser momotxorros en carnaval, agarrándonos nuestros primeros ciegos en las txoznas o en la sorgin o teniendo un sexto sentido para percibir a los contrarios. Pero, por otro lado, la mayoría somos de Estella-Lizarra, debajo de Pamplona, es decir de la zona media en la que la cuestión lingüística y cultural siempre se está batallando y nunca se da por sentada. En este sentido, estos códigos y maneras de hablar de las cosas son intencionados, en la medida en que nos sirven para identificarnos y para reivindicar otra forma de entender dicha identidad que puede resumirse en un “Alaken alaken, ala pika ala ttupairen, Diego Carrasco jainkoa zen”.
“Ofrecemos un espectáculo divertido que invita a bailar, cantar y reír y, por ahora, parece que hay espacio de sobra para eso”
¿Cómo ha sido la grabación de este disco? ¿Es la primera vez que lo concebís como trabajo largo? ¿Porque?
Pues ha sido unas risas, porque cuando las cosas no salen como te esperas puedes enfadarte o darte cuenta de lo pringao que eres y reirte un rato de ti mismo. Me explico, en un principio el objetivo era dejar de tocar en Septiembre de 2022 para centrarnos en grabar y componer un disco serio de rumba y salsa y presentarlo este 2023. Al principio gloria, quedábamos en el cuarto del abuelo del Caete, el difunto señor Cayo, e iban saliendo cosas (que esperamos recuperar en un futuro) pero según iba pasando el tiempo y la gente iba teniendo otros compromisos (laborales, familiares, amorosos, deportivos, formativos…) hubo un momento donde solo quedábamos lo más desgraciados, a saber, el Beltza, el Senisa y el Caete, que estábamos en el paro y queríamos aprovechar los días para hacer música. Al principio insistimos mucho a otros miembros para que vinieran a componer y en la importancia que tenía hacer ese disco, pero más adelante y de forma natural empezamos a hacer lo que nos saliera a los que estábamos, sin enfados y sin rayarle la oreja a nadie. De esta forma, empezamos a quedar uno o dos días a la semana e íbamos haciendo lo que nos apetecía cada día. El Senisa iba haciendo algunas instrumentales y si alguna nos gustaba empezábamos a buscarle melodías y, finalmente, a ponerles letra, después íbamos pensando en cómo mejorar las producciones, en qué cosas añadir y en qué cosas quitar y finalmente mandábamos los trabajos a Vita V (productor y hermano del Caete) y a Moisés no Duerme (buen amigo del grupo) para que terminaran de mezclar y masterizar las canciones. Dado que los tres compartimos el gusto por sonidos más actuales y nuestra forma de hacer las cosas es bastante más cercana a la música urbana que a otros estilos, finalmente ha salido lo que ha salido, una pedrada bastante loca(l). Pero cada día que pasa estamos más satisfechos con la tarea realizada, a nosotros mismos el disco nos gusta más según lo vamos escuchando y creo que eso puede pasarle a la gente (aunque habrá quién lo deteste o ame desde un primer momento, así es la vida)
¿Cómo es el proceso de composición en un grupo tan grande y diverso?
Dado que somos muchos y que todos tenemos vidas muy ajetreadas nuestro proceso es siempre distinto. Cada vez que hay algún miembro con más ganas o con más tiempo decide tirar él. Por ejemplo, después de terminar N.T.E.R. el Txarro andaba con más tiempo y, dado que echábamos de menos la rumba, empezó a quedar con Senisa y han salido algunos temas nuevos (uno de ellos, “Madero” verá la luz este año para un proyecto muy guapo de nuestros amigos de Katakrak Liburuak). De alguna forma el Senisa es la espina dorsal musical del grupo y, cuando él no nos quiere liar a todos, todos queremos liarle a él para sacar cosas nuevas (ahora el Caete lleva dos semanas diciéndole que tienen que hacer un corrido tumbado). De todos modos, actualmente estamos terminando la obra de nuestro nuevo local/estudio y, creemos, esto ayudará a que la organización y los procesos de composición sean más formales, pero ya sabemos que las creencias no implican verdad (que se lo digan a los de la autoayuda y a los de “si crees que puedes, puedes” y luego resulta que no puedes jajaja).
¿Cómo se buscan o suceden las colaboraciones?
Las colaboraciones en N.T.E.R. han sido todas de amigos a los que hemos liado. A Moisés no Duerme lo conocemos desde hace mucho tiempo ya que ha sido la banda sonora de la juventud de muchos de nosotros y tiene una forma de hacer las cosas con la que nos entendemos bien. Txeto ST es íntimo amigo de Beltza y, junto al Senisa y Gorriti han formado el grupo B.U.G. (darle una vuelta primo!), La wera es buena amiga del grupo y una vocalista como la copa de un pino y el Senisa se encargaba de liarla para distintas canciones. En este sentido todo el proceso de composición y grabación ha sido muy caxerue y las colaboraciones han salido de forma espontánea ya que, por suerte, tenemos amigos con mucho talento.
En relación a lo que vendrá en el futuro, seguiremos colaborando con todos aquellos que tengan una forma de entender el proceso creativo similar a la nuestra. Estos últimos meses estamos preparando un temazo junto a Sonakay (saraut pal Yoni) y Kulto Kultibo, pero para que se entienda lo que digo, antes de hablar de música o de pensar en qué queríamos hacer organizamos una buena comida en Renteria para echar la tarde y conocernos y, dado que el día fue sublime, nos pusimos manos a la obra con la música.
¿Qué pretensiones tenéis con el proyecto? ¿Saldrá en físico? ¿Habrá gira? ¿Como se va a traducir al directo?
Realmente las pretensiones con N.T.E.R. no han sido muchas debido a que terminamos bastante agotados con el proceso creativo y un poco aburridos de las canciones y no hemos dedicado mucho tiempo ni dinero a promocionar el trabajo. También es cierto que veíamos este disco como algo más underground y queríamos que fuera un disco que, en caso de que guste, se mueva más por el boca a boca que otra cosa.
En relación a la banda nuestra pretensión es clara: Queremos ofrecer un directo potente y festivo que se distinga de un concierto de rumba típico, queremos crear un estudio que nos permita seguir haciendo música sin depender de nadie más que del casero (saraut pal Luis) y, por último pero no menos importante, queremos seguir disfrutando de todo esto como amigos y compañeros que somos, gero gerokoak.
¿Qué espacio puede tener un proyecto así en la escena vasca u otras?
Creo que el espacio que le hagamos nosotros y el resto de grupos de la geografía que nos movamos dentro de estos estilos (Kilimak, Sonakay, Mal de Ojo, Alarma Morea, el Grupillo, Los de Abajo, M de Runa, Chanelita, La Piti…). La oferta es grande y creemos que estos últimos años se ha ampliado, en el norte siempre hemos sido muy de Estopa, Melendi, Andy y Lucas, Fondo Flamenco, los Delinquentes… aunque no hayamos tenido costumbre de decirlo.
Aun así, creo que ofrecemos un espectáculo divertido que invita a bailar, cantar y reír y, por ahora, parece que hay espacio de sobra para eso. De momento tenemos unos 20 bolos cerrados para este verano y hemos dicho que no a una cantidad muy superior a la que hubieramos imaginado, así que creo que el proyecto, de facto, ya tiene cierto espacio conquistado (luego vendrán los arrepentimientos).
¿Cómo veis la recepción del publico/escena para con estos estilos? ¿Aun hay reticencias/prejuicios?
Pues siempre nos gusta pensar que hay prejuicios porque es más fácil pensar en negativo o a la contra que en positivo, pero quizá el prejuicio sea pensar que hay prejuicios ya que, al menos en nuestro caso, la recepción de todo lo que hemos hecho ha sido muy buena o, al menos, es lo que hemos percibido nosotros (si alguien nos aborrece le agradecemos mucho el que no haya invertido tiempo en hacérnoslo saber). Aunque pensándolo bien, quizá uno de los síntomas de que, efectivamente, existen prejuicios para con estos estilos sea que siempre nos suelen preguntar esto, parece que tengamos que justificar que toquemos un determinado estilo de música, algo que no vemos que se pregunte o se pida a grupos de estilos más lejanos, geográficamente hablando, como pueden ser el Hip-Hop, el Trap, la música electrónica, el reggaeton o, incluso, el rock and roll. Pero como decía Jose Luis Cantero “Deja a los chavalotes Pablo, déjalos que caminen como ellos camelen. Si los chavales camelan pegarle un poquito a la lejía o camelan pegarle un poquito a la mandanga pos déjalos”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.