El principio de todo

La edición de las demos de Hellhammer de manera oficial por vez primera en veinticinco años bajo el compilado “Demon Entrails” (Century Media, 08) no es una mera celebración para coleccionistas sino un acto de justicia histórica tras incontables y aberrantes ediciones piratas que, paradójicamente, han contribuido a engrandecer al mito y mantener vivo el interés por la que sería la simiente de Celtic Frost.

Con un tratamiento exquisito marca habitual de la casa y disponible en tres formatos a cada cual más lujoso, tanto el fan como el oyente raso puede repasar la breve pero crucial historia del conjunto suizo que con sus tres maquetas (“Satanic Rites”, “Death Fiend” y “Triumph Of Death”) recogidas en este doble volumen y el Ep “Apocalyptic Raids”, definió muchas de las trazas que marcarían el devenir del metal extremo y, en concreto, de estilos como el black y death metal. 

“El motivo por el cual editamos estas grabaciones en estos momentos se debe a que Hellhammer dio forma a todo cuanto hemos hecho posteriormente en nuestras vidas, la forma en la que percibimos la música, la manera en la que componemos y escribimos letras”, me explica Tom Gabriel Warrior. Apoyado por un completo libreto que recoge multitud de informativas notas al margen sobre las grabaciones y una impagable selección de fotos, el presente lanzamiento pacifica en la relación amor odio que el propio Warrior ha sentido en relación con la biografía de Hellhammer. “Fundé el grupo en 1982 como una forma de escape de la vida que estaba viviendo. Como adolescente creé una banda que era violenta, extrema, brutal y oscura de forma que concebí mi propio mundo al que nadie tenía acceso. Para los fans, Hellhammer era música y para mí, parte de una juventud terrible repleta de abusos. Me llevó veinte años ver esa época de manera realista y analizarla propiamente, ver a Hellhammer como una entidad musical exclusivamente y no como el conjunto de las horribles circunstancias de mi juventud”.