El mayor espectáculo del mundo
EntrevistasUniversal Circus

El mayor espectáculo del mundo

Redacción — 14-01-2004
Fotografía — Archivo

Pasen, pasen y vean. El mayor espectáculo del mundo. Un mundo poblado por animales exóticos, robots y payasos, viejos héroes del oeste, niñas perdidas y mujeres misteriosas con nombre de diosa. El pop cósmico, enorme de Universal Circus, una banda formada por ex de Automatics, que irrumpe con el sorprendente “Shinning Light Series” (Mushroom Pillow, 03).

Disco ambicioso e inabarcable, “Shinning Light Series”, debut de Universal Circus, no parece ni de lejos el típico disco que grabaría una gente proveniente de la ruidosa marea del extinto indie. De hecho es casi un disco conceptual “está más cerca del circo de Rímini de Fellini o el tratamiento sobre el circo de Tarkovski que del de Lynch. Aunque también hay mucho del Flying Circus de Monty Python, sobre todo en su parte más irónica”, como afirma José Lozano, vocalista de la banda. “Aún así las letras no tienen nexo común entre las distintas canciones del disco, exceptuando ´Mind Circus´. Son historias diferentes, eso sí, muchas están basadas en personajes de cine que nos gustaban, a los que hemos cogido y les hemos hecho pasar por una historia diferente".

“TENÍAMOS CLARÍSIMO EL TIPO DE DISCO QUE QUERÍAMOS HACER, NO SABÍAMOS SI IBA A SER TAN LARGO O MAS CORTO PERO SÍ QUE FUERA ALGO AMBICIOSO“

Conceptual o no, el contenido emocional, narrativo y, sobre todo, musical del primer disco de Universal Circus no tiene igual en el habitualmente empobrecido pop nacional. Compleja, hipnótica, muchas veces sorprendente, genial, “Shinning Light Series” es una obra tan descomunal como aquella película de Cecil B. De Mille sobre el mundo del circo. Un disco desquiciado, más sensorial que cerebral, repleto de sorprendentes arreglos (se escuchan en el disco vientos, cuerdas, steel guitars, pianos, hammonds y hasta cajitas de música) de gloriosos medios tiempos (el “Lucy In The Space” que abre del disco o la hermosísima “Fly Me To The Moon”, una de las canciones del año) y de excesivas salidas de tono (los más de quince minutos de psicodelia de “J.U.N.O. The Woman...”). “Teníamos clarísimo el tipo de disco que queríamos hacer, no sabíamos si iba a ser tan largo o mas corto pero sí que fuera algo ambicioso y sin pensar en ventas o en que las canciones fueran mas o menos radiables, hicimos justamente lo que nos apetecía, y si nos apetecía hacer una canción de quince minutos la haríamos. Íbamos grabando las canciones en maqueta conforme iban saliendo para ver como quedaban y si nos iban gustando o no, le hacíamos modificaciones conforme pasaba el tiempo, pero en realidad prácticamente la mayoría han sido grabadas en el disco como estaban en la maqueta. Respecto a los arreglos, más que arreglos en el estudio fueron planteados en el mismo momento en que se compuso la canción dándoles tanta importancia como pudiera tener una guitarra o la voz”. Es, precisamente la voz lo que, probablemente, menos importancia tenga en el complejísimo espectro instrumental de “Shinning Light Series”. Apenas susurrada en inglés, como si hubiera sido grabada en el espacio o un circo marciano a millones de años luz del planeta Tierra, la voz en Universal Circus posee la fascinación de un misterio que no podemos, del todo, descifrar y que queda disperso, perdido. “Muchas veces me he planteado probar a hacer alguna en español pero no me he atrevido, y menos en este proyecto. No me imagino ´Shinning Light Series´ en español. Quizás mi temor es que puede que en español mi voz recuerde a la de algún otro grupo español y eso no me guste". Atrapados entre su reciente pasado (Automatics fueron una de las más destacables bandas del indie patrio) y la urgencia del presente (Universal Circus poseen suficientes argumentos para superar su listón anterior), los jienenses tienen, al menos, la experiencia de quien ha sobrevivido a una explosión mediática (el dichoso indie otra vez), al posterior desmantelamiento, de dicho movimiento y que ahora, desde la madurez y las galaxias, observa el estado del pop nacional. Un pop al que “Shinning Light Series” viene a sacudir como lo haría el domador con su látigo. Llega el circo del espacio. “La verdad es que vemos que no está tan mal el panorama musical nacional, por lo menos no tan mal como normalmente se dice. Están surgiendo grupos muy interesantes, quizás no tantos como hace diez años, pero creo que mucho más preparados musicalmente”.

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