Jacques Lu Cont, francés de nacimiento pero británico de adopción, es el hombre que está detrás de uno de los proyectos más solventes de la nueva hornada de bandas de la escudería Wall Of Sound: Les Rythmes Digitales es el nombre y «Darkdancer» su carta de presentación a treinta y tres. El álbum recoge los maxis que ha ido dejando tras de sí en los últimos meses («Jacques Your Body», «Music Makes Me Lose Control») al lado de nuevas piezas de similar grado bombástico. Lu Cont estuvo en Barcelona para presentar «Darkdancer» y de paso montar una de buena en los platos de la cabina del Apolo. Mondo Sonoro estuvo con él unas horas antes en un lluvioso día de Sant Jordi. Lo que sigue son los highlights de la entrevista. Aprendizaje musical: «La verdad es que tuve una infancia muy marcada por la música que se escuchaba en casa. A mis padres les apasionaba la música clásica y de niño fue todo lo que escuché. Crecí escuchando a los grandes clásicos y a gente que con el tiempo me ha marcado más como Pierre Henri o Jean-Jacques Perry, cuya música aún hoy me sigue gustando. Para nada seguí la evolución típica de un chico de mi edad (21 años). Basta decirte que hace sólo dos años que descubrí a Nirvana. Imagínate». Estancia en manicomio: «Bueno, éste es un tema del que se ha hablado demasiado y que, por tanto, se ha distorsionado un poco. La cuestión es que a los de Wall Of Sound les hacía gracia que me hubiesen internado en un hospital psiquiátrico durante mi infancia y empezaron a ponerlo en todas las hojas promocionales e incluso lo pusieron en su web. La cuestión es que de niño sufría depresiones y mis padres decidieron llevarme a un hospital psiquiátrico, donde estuve un par de semanas internado. Lo interesante del caso no son tanto las consecuencias psicológicas sino el descubrimiento que realicé allí dentro. En la soledad de mi habitación todas las noches oía un martilleo intermitente que procedía de una de las salas del piso de arriba. Llegué a obsesionarme tanto con ese sonido que empecé a crear melodías imaginarias. Era mi única distracción. Me gustaba tanto crear ritmos que decidí que eso sería lo que haría cuando saliera». «Darkdancer»: «Es la culminación de años de trabajo y de muchas experiencias. Por eso he incluido temas viejos; quería que la gente pudiera encontrarlo todo en el disco, que fuera como una recopilación. Musicalmente, es un disco festivo, ecléctico y bailable. Hay cosas house, cosas breakbeat, toques electro, garage, techno... Hay un poco de todo porque yo cambio bastante rápido y conmigo también cambia mi música. El elemento unificador de las canciones del disco es su componente melódico-festivo». Los ochenta: «Soy totalmente pro años ochenta y eso se nota en el disco, sobre todo en temas como «Take A Little Time» o «Sometimes». Creo que los ochenta han sido una de las décadas más fructíferas de la historia musicalmente hablando. Fue una época, además, superpositiva en cuanto a actitudes. Me encanta esa actitud de aquí estoy yo y nadie me para, vista como vista. Es verdad que no viví ni el breakdance, ni los inicios del techno ni la explosión acid ni nada de eso porque era demasiado joven, pero eso no quita que ahora pueda influenciarme y que lo adapte a los tiempos. De todas formas, el disco no es un revival de los ochenta; es mucho más que eso».L. R. D. estará en benicàssim 99.
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