Mucho han tardado los chicos de Shanty Rd en grabar su primer largo. Muy lejos queda su novel intervención con esos cinco temas aparecidos en la recopilación “Five Missils In Orbit” (B-Core, 97) y la posterior edición de un single con dos canciones “Mader/For Members Only”, editado por Marry Me. Ahora tras siete años de existencia como banda surge “Finally”, un debut que vuelve a acercar nuestras miradas hacia su música con un trabajo en toda regla, sin sorpresas por la cuenta que nos trae con ellos, pero con la admiración que merece estar ante uno de los debuts más prometedores y estimulantes del panorama nacional. Una larga espera que ha valido la pena. “Tardamos tanto por muchas razones: en primer lugar porque somos muy lentos haciendo las canciones, no sólo porque no tengan estructura ´normal´ sino también porque no hemos sido constantes en el proceso de creación de estos cuatro o cinco últimos años.
| “La complejidad en sí misma no tiene ningún valor. De hecho, no hay nada como una buena melodía” |
Luego, aparte del grupo, cada uno tiene sus movidas: a uno le dió por irse a la luna, a otro por irse a Italia y el otro, que tenía que irse a Inglaterra, al final decidió tocar el contrabajo”. Todo un via crucis que tiene como resultado un disco notabilísimo, gracias sobre todo a la concepción que sus autores tienen de la música. Un entendimiento que pasa por rizar el rizo en cuanto a estructuras, una afiliación artística por lo complejo que les singulariza como una banda aparte en una escena dominada por unos pocos estereotipos. “Buscamos algo que nos motive y nos estimule. Sabes que estás en el buen camino cuando estás en el local entusiasmado y no paran de salir ideas. Sin entusiasmo las canciones nacen muertas. Nuestro sonido es de lo más simple (ni medio pedal), y no ha evolucionado ni un ápice. Lo que sí ha evolucionado es la estructura de las canciones, así como el uso del ritmo e incluso la harmonía (los acordes y sus secuencias). No creo que nos hayamos dicho a nosotros mismos ´seremos simples, o complejos, o comunistas´, sino que más bien hacemos algo con lo que los tres nos sentimos a gusto. Y eso, el resultado, sale de una especie de estira y afloja, una especie de dialéctica que es lo que llamamos proceso democrático de creación, y que en ´Finally´ no es lo que quiere uno o el otro, sino lo que queremos todos. ¡Es la expresión de la Voluntad General de la que hablaba Rousseau! La complejidad en sí misma no tiene ningún valor. De hecho, no hay nada como una buena melodía”. Y como director de orquesta, uno de los productores más en boga actualmente del circuito hardcore nacional: Santi Garcia (miembro de No More Lies). Aportando una producción que, aunque apresurada, busca sus cualidades en un sonido limpio donde distinguir cada instrumento. “Grabamos y mezclamos prácticamente en una semana, un tiempo infinitamente corto. Hay cosas con las que no estás satisfecho pero que no puedes retocar porque ´no hay tiempo´. Es una putada grabar con prisas, sobre todo después de haber estado tanto tiempo incubando el disco”. Otra característica remarcable es la voz de Wences, de parecido asombroso a la de su colega de sello Artur de Aina -y que la producción parece favorecer aún más-, destacando por encima del resto de instrumentos y aplicando unas letras que, supeditadas totalmente a lo musical, ahondan en temas de carácter más personal. “En general, primero trabajamos con la música y luego con las letras, lo que ya indica de por sí un interés de hablar mucho con la música y tocar poco con la voz. La mayoría de ellas hacen referencia a pasajes más o menos importantes de nuestras vidas, o sea, nada de política, nada de mensaje ni de crítica social, más bien poesia”. Así pues, empieza una nueva etapa para el grupo, que habría de dar sus frutos rápidamente si no existen discontinuidades en su trayectoria como hasta ahora, pasando por plantearse su existencia de una forma algo más convencional. “Hemos hecho una gira por España, de momento, en la que lo hemos pasado muy bien. Salir por Europa se ve que suele ser un poco duro, en todos los sentidos, aunque si sale algo lo pensaremos. De momento nos hemos fijado unos dias de ensayo ¡lo cual es un gran logro! Y si ´continuidad normal´ significa sacar un disco cada uno o dos años, lo dudamos, pues a no ser que simplifiquemos nuestro estilo o a no ser que el proceso de composición deje de ser democrático, no hay razones para pensar que los nuevos temas salgan con más fluidez que los anteriores. Aunque nunca se sabe...”.
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