Dura como la vida
Entrevistas

Dura como la vida

19-10-2004
Fotografía — Archivo

La exCome sigue dando pasos de gigante, confirmándose referencia tras referencia como una de las figuras más importantes del rock independiente de los últimos años. Su último y absolutamente maravilloso trabajo “Trust Not Those In Whom Without Some Touch Of Madness” (Thrill Jockey/Acuarela, 04) lo confirma, pero a veces se olvida su impecable trayectoria. Hagamos justicia.

Porque Thalia Zedek llegaba a Boston en el año 1979, en plena efervescencia del punk y del avantgarde, profundamente influenciada por una figura: Patti Smith. “Cuando tenía catorce años ya escribía mis propias canciones con mi guitarra, pero también escribía algo de poesía. Era una de las cosas que me gustaba de Patti Smith: como combinaba música y poesía. Me gustaba el hecho de que fuese dura, no actuaba o sonaba ´femenina´, pero cantaba bellas y violentas canciones/poemas, su aura andrógina, el hecho de que a veces escribiese desde el punto de vista de un hombre…”. Tras algunas excursiones musicales, White Women, Dangerous Birds y Uzi (esta última ya mostraba la pasión que The Birthday Party despertaba en ella, como muestra “Asleep Asylum”, reeditado la década pasada por Matador) llega la unión a Live Skull, una de las bandas post-punk underground más influyentes de la década de los ochenta en los Estados Unidos, y de la que ella misma era profunda admiradora. “Era muy fan y les seguía por todos los conciertos que hacían por la zona de Boston. Después del segundo disco fui a verlos a Providence, y unos amigos que tocaban en una banda llamada Wild Stares los teloneaban. Me presentaron en los camerinos a Mark C. Le encantaba el disco de Uzi. Cuando le dije que la banda se había separado me dijo que Live Skull iban a incluir un cantante a su formación y que si quería hacer una audición. ¡Por supuesto acepté!”.

"Me gustaba el hecho de que Patti Smith fuese dura, no actuaba o sonaba ´femenina´"

Pero Live Skull no ocupaban todo su tiempo, ya que apenas se dedica a grabar con ellos durante los primeros meses, con lo que desarrolla sus inquietudes en una banda llamada Via. “Por aquella época fue cuando conocí a Chris Brokaw. Recuerdo que venía a tocar con Via, y me parecía pura magia. Via fue una salida para mi necesidad de tocar la guitarra y componer, porque en Live Skull era estrictamente la cantante y letrista, así que cuando me fui a Nueva York para unirme definitivamente a Live Skull, el resto de Via se mudó también y seguimos funcionando un año más. Recuerdo que Chris tocó la batería en un concierto”. Después llegó la época oscura, la adicción a la heroína y la vuelta a Boston donde, después de unos años, consiguió desengancharse. Y al final del túnel, la luz. “Come se formaron en 1990 y oficialmente nos separamos en el año 2000. Fue una buena época. Después de girar con ´Gently Down The Stream´ nos tomamos algo de tiempo libre. Chris quería hacer cosas con Steve Wynn y Pullman, y yo comencé a hacer cosas en solitario con un pianista, Beth Heinberg, que también había colaborado con Come alguna vez. Después de un año tenía la sensación de que se había acabado. Estaba satisfecha con nuestro último disco, pero ni Chris ni yo estábamos inspirados para hacer uno nuevo, y aunque parecía que estábamos aprendiendo cosas nuevas con nuestros proyectos en solitario, no éramos capaces de llevarlo a la banda. Creo que tuvimos la sensación de que habíamos llevado a Come tan lejos como pudimos”. Y comienza esa carrera que ahora celebramos, mucho más calmada y folk que su banda precedente, pero igualmente intensa y apasionada. “Comencé a sentirme mucho mejor en un entorno más tranquilo. Antes apenas podía siquiera oír mi guitarra, y después de tocar con Beth, me di cuenta de lo increíble que era cantar cuando puedes escucharte, y la cantidad de cosas sutiles que puedes hacer. En ´Been Here And Gone´ prohibí los acoples de guitarra. Se lo dije a Chris y a Dave (Curry): ´¡podéis tocar lo que queráis, pero no quiero acoples en ninguna de estas canciones!´. Obviamente, en este nuevo disco hay mucho ruido, así que supongo que ahora me siento diferente. Aunque creo que también establece un buen equilibrio con el material más tranquilo”. Y cumplida la justicia histórica, pasemos a “Trust Not Those…” y cómo está influenciado por episodios personales. “La canción ´Evil Hand´ habla acerca de mi amiga Laura Carter. El disco está también dedicado a ella. Murió hace un par de años en una isla donde vivía hace ya cinco o seis años. Poco después descubrí que había tenido muchos problemas y que había tratado de dejar la isla. La canción es una fantasía de un rescate, preguntándome cómo estaría esos últimos días y deseando haber podido ayudarla de alguna manera”. Un disco cuyo título surge del azar, en el que la dinámica de las canciones es impresionante, en el que hay más lugar para la distorsión o el ruido en su concepto más salvaje y en el que todos los instrumentos respiran, dando la sensación de una libertad que choca con lo melancólico de su música y creando a su vez esa calma tensa tan particular. “Me encanta tocar con Dave Curry y con Daniel Coughlin. Son músicos realmente inventivos y creativos, y añaden muchas ideas realmente interesantes a las canciones. Me gusta especialmente como toca Dave, pues nunca toca lo mismo dos veces igual, siempre experimenta, y toca con mucha emoción. Realmente me resulta inspirador como músico”. Tú sí que nos inspiras, Thalia. Sigue ahí siempre, por favor.

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