Este proyecto bautizado como Dogo nació sin ningún tipo de pretensión, tal y como explica la propia banda. “Empezamos a hacer canciones en casa, sin demasiado ritmo, y empezamos a ver que algunas tenían algo”. Dentro de ese proceso consistente en dar forma a las ideas, latía algo innegociable: un estilo musical marcado por géneros como post-punk y shoegaze. “Es nuestro gusto y en donde estamos cómodos. Pretendemos que le guste a la gente, pero a quienes nos tiene que gustar es, primero, a nosotros. No tendría sentido hacer canciones si no es así”.
"No tendría sentido hacer canciones que no nos gustasen primero a nosotros"
Son conscientes de que no tocan algo que mayoritario, pero creen que pueden tener su público. “Es posible que a nivel Galicia la onda no esté ahí, pero esta cosa un poco oscurilla es algo que está teniendo tirón en general”. De hecho, citan un par de ejemplos de grupos que han superado las expectativas y podrían ser un ejemplo a seguir en cuento a independencia creativa se refiere. “¿Quién le iba a decir a Alcalá Norte o a Grande Amore que iban a estar tocando por toda España?”. Desde su primer single ha pasado poco más de un año, pero en la banda sienten que han crecido. “Estamos más conjugados entre nosotros, con las ideas mucho más claras. En el local de ensayo ya sabemos lo que va a hacer cada uno con una mirada. Y eso se nota”.
Cuestionados acerca de sus influencias, lo tienen claro. “El comunismo (Risas). Bueno, al final cada uno tiene las suyas, pero cuando alguien trae un tema lo intentamos llevar a nuestro terreno. No cambiarlo, pero sí darle nuestra personalidad”. “Brutalismo” es el título de su EP, grabado con Estudios Mans tras haber resultado triunfadores del concurso organizado por el Festival de la Luz. “Hicimos un buen bolo, pero lo importante es estar en la final de un concurso cuando se ha presentado un buen número de bandas. Ese es el premio”. Las cuatro canciones que lo componen recogen lo que son como grupo. “Es una carta de presentación de nuestro sonido, de lo que nos representa. Buscamos que fuera algo muy crudo”.
"Las letras no dejan de ser un mensaje subliminal"
Y es que el trío huye de lo prefabricado. “Nosotros buscamos defender ese mismo sonido en directo. Nos puede salir mejor o peor, pero hay que intentar defenderlo tal y como ha sido concebido. Es absurdo grabar algo que no puedes defender”. En cuanto a sus letras, la banda explica que lo suyo es hablar a través canciones. “Las letras no dejan de ser un mensaje subliminal. Tú puedes ser súper explícito en un escenario, pero si metes algo en tus canciones, hay gente que va entrando poco a poco y a la que le acaba calando lo que quieres decir”. Sobre su futuro, no dudan en mantener la idea de diversión como base. “Queremos empezar a dar conciertos, presentar el proyecto, que le guste a la gente. Nuestra pretensión no es convertirnos en un grupo que vive de la música ni en un grupo común. Es hacer lo que nos gusta”. ¿Y merece la pena todo el esfuerzo? “Realmente no, pero es muy divertido. Palmas pasta por todo, pero es muy divertido perder el fin de semana en ir a tocar”.

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