El hip hop tiene el nombre de Yo Gano, o lo que es lo mismo: Sergio Aguilar, otro que lleva mucho tiempo en esto, desde los tiempos en que fue co-director de la extinta revista Spiral. Cumplen cinco años, un lustro dignificando un género que ha adquirido ya la entidad que nunca tuvo. El público, para Sergio, también tiene su importancia. «A veces el público demuestra estar por delante de los grandes medios, como nos ocurrió al principio con el hip hop y como sigue ocurriendo con éste y otros tipos de música presuntamente minoritarios». No es la única discográfica consagrada al hip hop -de hecho, hoy se cuentan más de media docena-, pero sí la que se introdujo en ello de manera más ambiciosa: primero CPV, y pronto la explosión de 7 Notas 7 Colores vendiendo más de veinte mil copias. Una cima, acaso insuperable, aunque no es algo que a Sergio le quite el sueño. «Nacimos para publicar música que aporte algo nuevo, e idealmente que tenga además una mínima viabilidad comercial. Luego hay grupos que han llegado a una pequeña gran minoría, y otros a una verdadera minoría».Hippaly (hip hop instrumental), La Puta OPP (hip hop mezclado con ragga, para dar lugar a una fiesta sin descanso: del Don Simón a la Cazalla), Supercinexcene (Raúl Santos -ex Planetas- mezclando bossa o jazz con el sample como instrumento de trabajo), o Biyi son otras de las propuestas de Yo Gano, ya sea desde este sello o desde su satélite Tu Pierdes (o desde el recién nacido Piérdete). Y todo ello -comenta el capo de Yo Gano- «dando rienda suelta a mi actitud a veces un tanto impulsiva a la hora de fichar e invertir en grupos o artistas que no tenían en un principio visos de ser rentables». Buena mierda.
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