En el principio fue «La Herencia De Los Munster», desde 1983 sentando cátedra a base de papel, pegamento y tijeras, pero pronto comenzó la necesidad de hacer audible la música hasta entonces impresa en el fanzine. «La primera referencia aparece en 1987, bajo el orden de Teenager From Outer Space Records; era un flexi con un tema de The Landlords y otro de The Shoutless, que acompañaba al número 7 del fanzine. Luego se publicaron singles de Sonic Youth y Miracle Workers, y un Ep con Alex Chilton, The Raunch Hands, Tav Falco y The Devil Dogs». Unos inicios en los que se aprecia el cuidado que, desde Munster, se prestaba a grupos internacionales, y que ahora se prolonga en cuidadísimas ediciones de Generation X, The Flamin’ Groovies, Germs, The Nomads, Alex Chilton, Johnny Thunders, Chariot, Mc5 o Iggy Pop, además de las referencias que periódicamente nos ofrece su club del single (pionero en España). Un catálogo extraordinario que ya lo era en 1991, «cuando Iñigo, Gorka -también cantando en La Secta, ndr.- y Unai (antes de crear su propio sello, Radiation) decidieron sacrificar ‘La Herencia de los Munster’ para ocupar su tiempo en la edición de discos». Sabia decisión la adoptada entonces; por supuesto, los problemas de «la inexperiencia y la falta de liquidez económica», pero también ingente multitud de contactos por todo el mundo que han hecho de Munster una de nuestras independientes con mayor presencia fuera de España. Asentada como está, no dudan en afirmar que «Munster Records funciona por inercia». Sea o no de esta manera, sí es cierto que algo parecido les llevó a hacerse cargo de la distribuidora Comforte: primero un importante empujón, pero pronto el desbordamiento y, a la postre, una precipitada salida que tuvieron como consecuencia «que a finales de 1996 y principios de 1997 viviésemos una etapa de ostracismo». Muchos menos quebraderos de cabeza (dicen) dieron «la marcha de Penelope Trip, Pribata Idaho y Parkinson DC», todas ellas envueltas de cierta polémica; aunque quizá no tanta como la que trajo el tema del asociacionismo de las indies. «El responsable de ACIDO, Javier Liñán, convenció a sus acólitos de los grandes beneficios de ir de la mano; incluir canciones en las bandas sonoras de películas teenager, sonorizar anuncios de refrescos... Luego comenzó a llevar a cabo su estrategia, sólo que capitalizándolo en un solo sello...». Bueno mejor no sigamos por aquí, y nos quedamos en algo más amable. «Siesta me parece el sello independiente más coherente, y creo que es impecable todo lo que hace; lo mismo, pero quitando lo de impecable, el sello de Kike Turmix -ex Pleasure Fuckers-, Safety Pin». Y quedándonos en el hogar de los Munster, «los discos más importantes serían el tributo a Suicide (con Mudhoney, Flaming Lips, Luna...), cualquiera del bueno de Ben Vaughn, o el recopilatorio «Losing Touch With Your Mind» de Spaceman 3» -ojo éste último editado en el 91, cuando todavía no se había puesto de moda encumbrar a Jason Pierce y sus Spiritualized-. Y es que Munster siempre ha vivido al margen de las modas (aunque su serie de «Munster Dance Favorites» recopila buena parte del indie-noise nacional de la primera generación -finales de los ochenta, principios de los noventa-), como lo demuestra su actual apuesta por el punk (Piolines, Safety Pins, Los Perros -inminente cambio de nombre-, King Trash Fandango, etc.) y todas sus últimas referencias, que -en palabras de sus responsables- «nos han vuelto a poner en nuestro sitio, es decir entre los grandes».
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