Vive en Sarrià, uno de los barrios más lujosos de Barcelona, aunque lo hace en la portería de uno de los muchos edificios que lo pueblan. Trabaja como mensajero, aunque su música suena en todas las radios y aparece en televisión. Se llama El Disop y es autor de un excelente disco-debut llamado «Cajas Y Bombos Retumban En El Barrio» (Nu Cru/So Dens/Universal, 2000). Un trabajo que rezuma verdad y sugiere emociones diversas. Es creíble, auténtico, humano. Y su mérito estriba en la innata capacidad por convertir pequeños fragmentos de vida, sucintas notas a pie de página en grandes acciones, en enormes retratos de un día a día tan terrenal como miserable. Hospitalet, El Prat o Rubí no son ni quieren ser Brooklyn, Compton o 5th Ward, pero ambas realidades, distintas en su manera de afrontar los problemas pero similares en su centralización del drama diario, tienen en común el hecho de que en ellas siempre hay alguien dispuesto a descifrar su particular cotidianeidad. «Yo cuando rimo trato de decir cosas que estén acorde con mi personalidad, a lo que veo y vivo en la calle. Hay muchas canciones que han surgido de cualquier putada que me ha pasado, no sé, trabajando, por ejemplo, y esa idea me ha servido para escribir una canción». De esta radiografía modesta y sincera se deriva un documental que, como la vida misma, despierta sonrisas, arranca emociones, supura perogrulladas y ahuyenta hipérboles, falsedades y concesiones de diversa índole. «Es que, por ejemplo, «Pasan De Mí» habla de eso, ¿no? Creo que hay algunos MC´s que se flipan demasiado cuando escriben sus textos. Y, claro, es algo que queda muy bien, muy bonito, pero en ningún momento te los crees. De ahí que lo que decimos yo, T.O.F, Falsa Alarma o El Osé, por decir algunos nombres, es lo que nos pasa realmente, no sé, que son tíos que los conoces y te das cuenta que son gente que no te está contando ninguna película, sino que te están contando lo que viven». Y esto es lo que hace diferente a El Disop. Como diferente es su ultrafamosa canción «Jo No Soc Polac», primer tema serio rapeado en catalán. Una temeridad si echamos un vistazo a los prejuicios que salpicaban a la música facturada en la lengua de Quim Monzó. Una apuesta motivada por el concepto y el contexto de la misma, pero que, se supone, no debe tener continuidad en un futuro. «La verdad es que yo esperaba que le chocase a la gente lo de la canción en catalán. Sobre todo, lo que más miedo tenía era ver cómo era la reacción de la propia gente de la movida, y ésta ha sido muy positiva. A su vez, esto ha posibilitado el interés de gente ajena al hip hop, que, probablemente, nunca se hubiera fijado en el Lp si no llega a ser por la canción. De todas maneras, aunque no cierro ninguna puerta de cara a repetir la experiencia, no me veo como el nuevo Sopa De Cabra del hip hop (risas)».
Pero el secreto de los hallazgos de este notabilísimo disco no se escuda, únicamente, en las diapositivas urbanas de El Disop, sino que A.R.S., productor de T.O.F. y, también, de «Cajas Y Bombos Retumban En El Barrio», contribuye a su sonorización con un portentoso trabajo en el estudio. Una labor, consecuencia directa pero mejorada de su aportación a «Hospifa Estropicios», que subraya su diagrama evolutivo y abre nuevas vías expresivas. Ahora es A.R.S quien habla. «Este vez he intentado trabajarlo más, sin limitarme a poner unas pistas y punto. Con este disco ha mejorado la producción en el sentido que he aportado muchas más cosas mías, y no me he quedado simplemente con el sample de turno. Además, está el hecho de que yo siempre trato de acoplarme al grupo al que produzco. Con T.O.F todo es mucho más sencillo porque a ellos les gusta mucho un estilo de producción, mientras que con El Disop la cosa está más abierta». (Disop) «Sí, es que a mí me gustan más cosas que a T.O.F. A mí me puede gustar Timbaland como me puede gustar Jay-Z, o todo el rollo tipo Mobb Deep o Capone’N’Noreaga que les mola a T.O.F, y también los grupos franceses, que son lo que más le gusta a A.R.S.». Hecho que alimenta la creencia extendida que advierte sobre la influencia que están inyectando las diabluras musicadas de Jay-Z, DMX, Ruff Ryders o, ya, el nuevo Dr. Dre. Y no menciono a Premier porque su peso creativo parece afectar superficialmente los experimentos de A.R.S. «Lo que más me gusta es el rap francés, eso está claro. Pero también flipo con Mobb Deep y toda la peña de Queensbridge, y me gusta el rollo Roc-A-Fella, Dr. Dre, etc. Lo que pasa es que a mí me gusta mucho hacer más cosas aparte de hip hop: jungle, trip-hop, dancehall...». Así, mientras uno, El Disop, ya piensa en los conciertos de presentación del álbum y otro, A.R.S., avanza esbozos de su futuro proyecto de sacar un disco junto a muchos Mc´s, este cronista le da al stop de la grabadora y empieza a pensar en cómo finalizar el futuro artículo-entrevista (éste). Metro y su peña de Geronación ponen el resto: El Disop y A.R.S., grandes músicos, mejores personas.
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