“No sabría decir si la cumbia villera transformó culturalmente Argentina"
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“No sabría decir si la cumbia villera transformó culturalmente Argentina"

Victor Terrazas — 10-09-2025
Fotografía — Archivo

Los argentinos Damas Gratis continúan llevando su cumbia villera alrededor del mundo. Este mes vuelven a traerla a diversos escenarios españoles dentro de su Cumbia Explosion Tour, momento que aprovechamos para charlar con Pablo Lescano, su líder, cantante, compositor y fundador sobre su universo.

A finales de los noventa, Argentina se hundía en desempleo y pobreza. El país avanzaba directo hacia un colapso financiero que dos años después culminaría en el corralito. En medio de esa fractura social, política y económica, desde los barrios más humildes del conurbano bonaerense surgía un sonido nuevo: crudo, insolente, bailable. Hija de la periferia que la vio nacer, su nombre lo decía todo: la cumbia villera.

Uno de los primeros golpes llegó con el grupo Flor de Piedra y su álbum de 1999, “La Vanda Más Loca”. Pablo Lescano, al mando de los teclados y la producción, cambió las reglas del juego. “Era algo distinto a lo que se escuchaba, tanto en el sonido como en las letras. Lo produje todo: los arreglos, los teclados. Ahí nació la cumbia villera”, recuerda. Sus ritmos eléctricos y repetitivos, con letras sin filtros sobre violencia y marginalidad, empezaron a recorrer los barrios como la pólvora, mostrando realidades que hasta entonces permanecían invisibles, o al menos ignoradas. Canciones como “Sos Botón” se convirtieron en himnos, una radiografía brutal de la Argentina rota, la misma que Bruno Stagnaro retrató en la serie “Okupas”.

Pablo insiste en no sobredimensionar el impacto cultural inmediato. “No sabría decir si la cumbia villera transformó culturalmente Argentina en aquellos años. Nosotros solo queríamos dar lo mejor en los shows, tocar en vivo, no hacer playback como se acostumbraba en esa época. Las letras no significaban nada; solo era tocar cumbia en vivo. Y la respuesta de la gente era danzar hasta el amanecer mientras el cantante gritaba como un loco entre baile y baile, tal cual lo que seguimos haciendo ahora”.

En febrero de 2000, apenas unos meses después del lanzamiento del álbum, un accidente de motocicleta postró a Lescano en la cama durante ocho meses. “Recuerdo ese momento como un freno a la vorágine que estaba viviendo. Fue aprender a caminar otra vez y tener mucho tiempo con mi teclado para componer canciones. Nada de PlayStation ni televisión. Todo el tiempo dedicado a la música. A componer canciones”, recuerda. De esa etapa surgieron las bases que darían forma a Damas Gratis, la banda por antonomasia de la cumbia villera junto a otras formaciones como Los Pibes Chorros o Yerba Brava, los cuales llevarían la música de los barrios a todo el país. “Cuando salió Damas Gratis, en plena crisis argentina —una realidad a la que hoy estamos acostumbrados— fue un furor”. Pero la banda no solo debía enfrentarse al contexto económico y social; también tuvo que lidiar con la censura mediática y el amarillismo de la prensa debido a la crudeza de sus canciones. “Sí, fuimos censurados por el COMFER [Comité Federal de Radiodifusión]. No se podía pasar nuestra música en la radio. Pero lo que no pudieron lograr es que dejáramos de tocar en vivo. Seguimos llevando la cumbia por todo el país”.

Y ahí reside la clave de este movimiento y de esta formación: la conexión con el público y con el barrio, más allá del sonido o de las cifras. Esa autenticidad permitió que un género nacido en los márgenes se convirtiera en referencia de la música urbana argentina, un legado que hoy se siente en el trap y el RKT –una suerte de combinación entre cumbia villera y voces reggaetoneras–. “Cuando se volvió popular, no importaba la clase social para escucharnos en vivo. Y los que vinieron después se criaron escuchando nuestra música. Cuando crearon sus propios temas, le pusieron un poco de lo que escucharon al crecer”, explica Lescano.

"Cuando se volvió popular, no importaba la clase social para escucharnos en vivo. Y los que vinieron después se criaron escuchando nuestra música. Cuando crearon sus propios temas, le pusieron un poco de lo que escucharon al crecer”

La cumbia villera, desde sus comienzos, no solo bebió de la tradición tropical argentina: en los teclados de Pablo Lescano también se colaban la psicodelia de la cumbia amazónica peruana y la cadencia del sonidero mexicano. Veinticinco años después, aquel ADN sigue expandiéndose y convive con géneros como el rock o la música urbana. “Así se fue dando la transición”, nos cuenta Pablo, “y fue por la trayectoria y por tocar en vivo. Que sea digno subir al escenario y hacerlo con amor”. Esa evolución, por ejemplo, se refleja en los últimos lanzamientos de Damas Gratis en este 2025: “El Mono Relojero”, junto a Kapanga, emblema del rock-ska nacional, y “Cumbia para la Raza Rebajada”, con Kun “el príncipe del acordeón”, una de las figuras que mejor encarna la continuidad de la villera, llevándola al encuentro de nuevos ritmos urbanos.

Esta semana, Damas Gratis desembarcan en España para una serie de conciertos en Madrid, Bilbao, Málaga, Valencia y Barcelona. Una ruta que demuestra cómo la cumbia villera hoy resuena mucho más allá del Río de la Plata. “Sobre todo por los inmigrantes latinoamericanos que emigraron al viejo continente”, nos confiesa Lescano. “Estamos preparados para este tipo de trajín y rodaje: estar veinte días o más tocando todos los días. Vivimos en un loop: duermo, desayuno, viajo, pruebo sonido, siesta, toco, duermo, desayuno. Y más que lo que esperamos es lo que recibimos: el cariño, la energía y la alegría del público presente”.

"Vivimos en un loop: duermo, desayuno, viajo, pruebo sonido, siesta, toco, duermo, desayuno. Y más que lo que esperamos es lo que recibimos: el cariño, la energía y la alegría del público presente”

Todos los conciertos contarán además con un invitado especial: Los Mirlos, pioneros de la cumbia amazónica y responsables de llevar el género a escenarios internacionales. Este mismo año tocaron en la edición del Coachella, un logro histórico para la cumbia peruana. Un diálogo entre generaciones que Lescano celebra. “Crecimos escuchando Los Mirlos del Perú. Es un placer y un orgullo compartir escenario con estos grandes músicos y excelente calidad de personas, buena gente”.

La razón de ser de Damas Gratis, asegura, sigue estando en la respuesta de la gente: “Lo que nos sigue motivando es la euforia y la energía del público, más allá de la convocatoria. Si no asistieran a los shows o no transmitieran esa energía, nada de esto podría pasar”. Damas Gratis permanece como columna vertebral de un movimiento que nació en los barrios y se expandió mucho más allá de ellos. Para Pablo, la música sigue siendo su vida: “Tengo el mejor trabajo del mundo. Hago lo que me gusta: tocar cumbia de Argentina para quien quiera escuchar”.

Tras el concierto de ayer en el Palacio Vistalegre de Madrid, podremos ver a Damas Gratis y a los peruanos Los Mirlos en Bilbao (10 septiembre, Santana 27), Málaga (12 septiembre, París 15), Valencia (13 septiembre, Joy Multiespacio) y Barcelona (15 septiembre, Razzmatazz 1). Entradas a la venta en: www.deputamadreclub.eu.

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