Ana Rubio sale de clases de natación a las cinco y media. Sus compañeras, seguro, volverán a casa con una carpeta forrada a base de ídolos juveniles importados de las radiofórmulas. Pero ella no; tiene quince años y hoy tiene que atender varios medios de comunicación que se interesan por su trabajo. No, no se trata de la última niña prodigio. Es que Ana, Rebeca y Fara -junto a un chico algo mayor llamado Ángel- tienen un grupo, y se llama Deviot. ¿Te suena?El desparpajo de Ana respondiendo a nuestro cuestionario es análogo al que despliega Deviot a lo largo de su álbum debut, «Sick Head» (Subterfuge, 99). Parece mentira que las edades de sus componentes (Ana -guitarra y compositora de la mayoría de los temas-, Fara García -bajo-, Rebeca Dieguez -guitarra y voz-, y Ángel Vilas -batería-) sumen 75 años; la media no llega a los 19 años, y eso que el único componente masculino del grupo no contribuye a rebajarla con sus 26 años. «Sí, es una diferencia bastante grande; la gente dice: ¡pero si te saca once años! Pues es verdad, pero se ha integrado al grupo muy bien, y la edad no es lo importante. Además Ponferrada -de donde también son Toast- no es una ciudad grande, y hay cuatro baterías contados». De hecho, Ángel fue el último en entrar, con lo que Deviot completaba su actual formación. «Esto fue hace un año y medio. Estábamos mi prima Fara y yo, y luego llegó Rebeca, a la que conocemos desde hace seis años». Y se decidieron a montar un grupo, un grupo de punk-rock. «Siempre me ha gustado la música, pero llegó un momento en que no bastaba con escuchar nuestros discos favoritos en casa, y teníamos necesidad de pasar al otro lado». Algo que a casi todos se nos ha pasado por la cabeza en algún momento; ellas lo hicieron por la vía del punk. «Bueno yo he crecido escuchando a Nirvana y a los Pixies, que es lo que ponían mis hermanos; ahora, mi grupo favorito es Foo Fighters, y -claro- nos encanta el punk de los noventa». Eso a vosotras, pero Ángel con sus 26 años, quizás tenga un bagaje musical más amplio. «A él le gusta mucho el pop-rock de los ochenta, que es lo que escuchaba cuando tenía nuestra edad. Por ejemplo, es un fanático de INXS... Él sabrá son sus gustos». Pero bueno, a lo que vamos; poco después de empezar en serio como Deviot graban una maqueta que «mandamos a varios sitios. Aquí en Subterfuge, la entregamos en mano, para asegurarnos de que -por lo menos- la recibían; luego resultó que a Carlos Galán le gustó mucho; nos llamó, e incluso vino a vernos tocar en Ponferrada. Todo fue muy rápido». Y tanto: contrato con Subterfuge, el anuncio de Pepsi (el de «¡esto es ruido!»), grabar en Nueva York a las órdenes de Spike Lee (Ana quita importancia al dato: «lo mejor fue pasar unos días allí y conocer Nueva York»); Todo fue encadenado. Por cierto que en los anuncios de la citada marca de refrescos de cola también han aparecido otros: Australian Blonde, Undrop y un grupito con cierta fama-y más que eso- de prefabricado; Ana está al tanto. «Sí, claro que van a decir que no somos un grupo de verdad, que sólo tenemos una canción, que hicimos lo del anuncio y se acabó... Pero no es así; nos lo hemos currado muchísimo, hemos tocado en un montón de sitios, y además de «Wait Here» tenemos canciones que también son muy buenas. De todas formas, es lógico que se produzcan esos comentarios, porque la gente apenas nos conoce; sólo saben que somos las del anuncio, pero eso ya es algo que tenemos ganado, porque es un medio de promoción muy importante. Ahora tenemos que demostrar en los conciertos que hay algo más, y ya lo estamos haciendo porque este verano hemos tocado bastante y la gente se ha llevado una buena impresión». Por lo menos, se habrán sorprendido al saber la edad de sus chicas. «No te creas, en Ponferrada la mayoría de los grupos son así; a lo mejor no de 15 y 17 años, pero sí de 18. Lo que más nos llamó la atención es la repercusión que estamos teniendo».Y llegamos a «Sick Head». Como si de los reyes magos se tratase, la ilusión de Ana y compañía se hace realidad en un Lp producido por un hombre ‘de la casa’ y de categoría, Joaquín Pascual, de Mercromina. «Trabajar con Joaquín fue fantástico, porque sabe muchísimo, es maestro de música, y eso se nota. Además nos ha ayudado mucho, porque lo de grabar un disco impone bastante respeto, y con él ha sido más fácil». Doce temas que se mueven en la horquilla del punk y el power pop; ellas no lo saben, pero además de los grupos que mencionan también podrían estar influenciadas -y no solo por la mayoría femenina en los grupos- por Mambo Taxi (el pegadizo estribillo de «Wait Here»), Bikini Kill o Slant 6 (eso sí, en versión moderada y desprovista de cualquier implicación riot girl de antaño). «Las letras son lo de menos; suelen ir de cualquier chorrada: que a un amigo nuestro le pase algo, y ja-ja-ja. Lo importante es la música. Lo que hacemos está en el rollo del punk-rock, aunque hemos intentado que cada canción tuviera algo distinto. Ahí ha sido muy importante Joaquín; no ha tocado mucho los temas, pero basta con que escuches un poco Mercromina para ver que se preocupa mucho por el sonido; los sintetizadores y eso». A veces más contundentes («Hole In Paradise», «Road To Nowhere»), otras poniendo el acento en la melodía («Syrocase», rescatada de su single debut, y que promete dar que hablar, máxime cuando será incluida en la banda sonora de «El Corazón Del Guerrero», película que se estrenará en los primeros meses del inminente año 2000), y las menos con cierta desorientación («Flöyd»). Y aunque Ana reconoce que han tenido «mucha suerte», también recuerda «que no todo es tan bonito como parece, porque este verano hemos estado de un lado para otro, durmiendo en autobuses y de mala manera, que también es duro». Un suspiro adolescente. Y es que sólo tiene quince años.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.