Guitarras mugrientas, distorsión generosa, melodías en tensión y voces anoréxicas conforman, a grosso modo, el patrón discursivo de este cuarteto. Curioso resulta, también, constatar que el productor del álbum ha sido Ian McCutcheon miembro activo de los renacidos Mojave 3. Eso sí: su participación, intuyo, responde más a una ayuda técnica que al factor puramente musical. Vamos, que en "Surviving The Quiet" no hay huellas de Mojave 3 ni por asomo. "No, lo que ocurre es que Ian es amigo nuestro desde hace mucho tiempo, ya que nos conocemos desde que éramos pequeños. El hecho de trabajar con él se debió, más que nada, a una necesidad de sentirnos cómodos en el estudio. Musicalmente hay una distancia entre lo que él hace en Mojave 3 y nuestra música, aunque nos gustan sus discos".
"Hace tiempo que en Inglaterra la música rock poderosa está mal vista, no entra dentro de los esquemas de la prensa"
Y así, casi sin pretenderlo (su humildad es otro elemento de contraste con el ambiente al que nos tiene acostumbrados el país de Martin Amis), Seafood salen del paso con un trabajo discreto aunque aceptable. Se deja escuchar y no incomoda: todo un mérito si echamos un bostezo, digo, un vistazo a la actualidad musical indie europea y, ¡horror!, americana. ¿La fórmula? Simple, incluso ramplona, pero efectiva, la verdad: adoptar sin reticencias la palabrería de ´viejas glorias´ indies como Sebadoh, Dinosaur Jr. o Sonic Youth, añadirle algún que otro homenaje escondido al heavy de los ochenta e incluso espolvorear por momentos esencias emo. Ahora sólo falta que en el próximo álbum alguno de estos vértices se defina de una vez. "Estamos muy influenciados por el heavy metal de los ochenta y también por los grupos de rock poderosos que mucha gente engloba en la escena indie de los noventa. Eso es básicamente lo que nos motiva musicalmente: las guitarras fuertes y las melodías acentuadas". Bueno, de hecho, uno cree atisbar a lo lejos leves destellos de Sunny Day Real Estate, grupo al que, por cierto, todo el mundo parece haber descubierto ahora. En fin. "¿De verdad lo crees? Me alegra muchísimo que me digas eso, porque yo soy un gran seguidor de Sunny Day Real Estate. A los otros miembros del grupo no les gusta su música, pero yo creo que sus dos primeros discos son grandiosos. El tercero me gustó menos, pero aun así soy un fan suyo". Queda claro, pues: a David Line le gusta el emo. Y todo este conglomerado de influencias choca, lo decíamos antes, con un país poco acostumbrado o, mejor dicho, mal instruido de cara a afrontar propuestas de esta índole. Uno tiene la impresión que reivindicar a Sebadoh o Sunny Day Real Estate en Inglaterra es algo parecido a una herejía. "Bueno, ya sabes como están las cosas por aquí. Hace tiempo que en Inglaterra la música rock poderosa está mal vista, no entra dentro de los esquemas de la prensa. Nosotros tratamos de crear un sonido propio sin preocuparnos en ningún momento de cómo nos vean en nuestro país y, mucho menos, de si encajamos en alguna escena o no". De todos modos, y tratándose de propuestas tan inofensivas para nuestra memoria como la de Seafood, tampoco merece la pena enfrascarse en debates de tamaña esterilidad. Mejor será disfrutar de su disco ahora; más adelante ya tendremos tiempo suficiente para olvidarlo.
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