Próximas fechas en directo: 15 noviembre en Lizarra (Peña Labota), 29 noviembre en Mungia (Mungirock), 12 diciembre en Jimmy Jazz (Gasteiz), 13 diciembre en Donostia (Dabadaba), 20 diciembre en Abadiño (Amaraun Arte Fabrika), 22 enero Arrasate (Gaztetxe) y 30 enero en Iruña (Indara).
Han pasado cinco años años desde vuestro anterior trabajo “Fyre”. ¿En qué momento decidía que ya tocaba ponerse en marcha con “Henko”?
El año pasado, cuatro años después de “Fyre”, publicado y presentado en plena pandemia, y llevando una última temporada muy poco activos, tuvimos la oportunidad de girar con Cancer Bats, y ver cómo una banda con tanta energía, ganas de currar y espíritu underground se movía nos dio un empujón increíble. Nos dimos cuenta de que nosotros también queríamos volver a hacer ruido y sacar cosas nuevas. Así que nos pusimos manos a la obra y empezamos a componer canciones para volver con algo fresco y con ganas, sin más misterio que eso.
El disco gira en torno al cambio, las decisiones y la resiliencia. ¿Qué tiene de autobiográfico este trabajo en ese sentido?
Cobra siempre hemos sido una banda muy musical, donde la música es protagonista y las letras la acompañan. “Henko” quizá sea nuestro disco más “personal” hasta ahora, porque las letras reflejan inquietudes y vivencias de cada uno de nosotros durante esta etapa de nuestras vidas. Poníamos en común y debatíamos sobre los temas que queríamos tratar y las preocupaciones de cada uno, intentando que todos estuviéramos representados en cierta medida en las letras.
El concepto japonés “Henko” define un cambio profundo del que no se puede volver atrás. ¿Qué representa ese cambio para vosotros como banda?
El título y la temática surgieron después de componer la música y las voces. Estábamos buscando un nombre y alguien mencionó “Henko”. Nos gustó a todos al instante, y dejamos de buscar más. Encaja perfectamente con el momento de la banda: mirar hacia adelante, aceptar que algunas cosas cambian y no hay vuelta atrás, y simplemente seguir tocando y creando.
¿Qué aportó esta vez al disco Xanpe, vuestro productor habitual?
Xanpe siempre ha sido como un quinto miembro de Cobra. Es nuestro técnico de directo desde siempre y ha grabado la mayoría de nuestras canciones. Es pura experiencia: nos conoce, conoce el estilo, sabe mucho de música, sabe muchísimo de sonido, sabe cómo sacar lo mejor de nosotros y conseguir que suene cañón. Básicamente, su aporte es hacer que todo suene sólido y que nosotros nos quedemos a gusto con el resultado.
Musicalmente, podríamos decir que “Henko” mantiene la fuerza característica de Cobra, pero quizá suena más emocional y atmosférico. ¿Fue algo buscado o surgió de manera natural?
Fue totalmente natural. Nos juntábamos a ensayar y componer sin fecha límite, simplemente por las ganas de tocar y probar cosas. Lo que salió es el reflejo de ese proceso y creemos que todo fluye de manera orgánica. Si suena más emocional o atmosférico en algún momento, es porque esas canciones pedían ser así, no porque nos sentáramos a planearlo.
“'Henko' quizá sea nuestro disco más “personal” hasta ahora, porque las letras reflejan inquietudes y vivencias de cada uno de nosotros durante esta etapa de nuestras vidas”
La banda ha pasado por cambios de formación, con la salida de David González y la entrada de Iñigo Ibarrondo. ¿Cómo afectó esto a la dinámica del grupo y a la composición?
Por un lado, Sergio entró a sustituir a Ekain nada más publicar “Fyre” por temas logísticos para los directos y, después de cuatro años, de forma natural Ekain le cedió el puesto en la banda. Por otro lado, la salida de David antes de componer “Henko” sí que influyó en la dinámica: hasta ahora, las canciones surgían de ideas o riffs que David y Josu traían de casa al local; ahora éramos tres en el local y la fuente inicial de los riffs era solo una, y eso hizo que la dinámica fuera más colaborativa y directa, con todos aportando ideas. Iñigo llegó al final, muy motivado y con mucha energía, pero las canciones ya estaban listas, así que su trabajo fue ponerle el toque de bajista a las líneas que teníamos hechas, hacer sus arreglos y enriquecer los temas.
En la nota de prensa afirmáis que este disco inaugura una nueva etapa, renovada y con una identidad ampliada. ¿Hay alguna canción que simbolice especialmente ese cambio de rumbo?
No hay una canción concreta que simbolice todo el cambio. Más bien, todas las canciones juntas son el símbolo de esta nueva etapa. Cada tema refleja un poco de lo que hemos vivido, la forma en que hemos trabajado, y cómo queremos sonar ahora.
En el tema “Drawn to the Flame” contáis con la colaboración de Zaloa U (Kokein). ¿Cómo surgió la idea de incluir su voz en el disco?
Zaloa es amiga de la banda desde el inicio y siempre tuvimos ganas de colaborar juntos. Durante los días de grabación de las voces, pasó por el estudio, le enseñamos el tema y le preguntamos si quería poner unos coros. No dudó ni un segundo, se puso al micro y nos dejó a todos alucinados. Es una persona con muchísimo talento y nos encantó poder contar con ella en el disco.
Cobra siempre ha sido una banda con una identidad muy visual. ¿Queríais seguir manteniendo presente esa conexión cinematográfica en “Henko”?
Sí, pero de manera más conceptual que en los primeros discos. En los primeros discos, las letras eran adaptaciones de películas o series, incluso llegamos a sacar un EP de versiones de bandas sonoras. Después comenzamos a dejar el cine un poco de lado. Ahora seguimos inspirándonos en cine, libros, juegos o series, pero de forma más implícita. Queríamos que todo el álbum tuviera una coherencia visual y conceptual, sin dejar de ser nuestro rollo: algo que acompañe a la música, pero sin forzar un mensaje explícito.
Venís de una trayectoria intensa, en grandes festivales. ¿Qué papel sigue teniendo el directo para vosotros? ¿Se piensa mucho en ello a la hora de componer?
El directo sigue siendo el sentido de la banda. Nos motiva ensayar y componer, y también nos sirve de guía: al escribir y grabar nos fijamos en lo que funciona en directo, lo que tanto la gente como nosotros disfrutamos en un concierto, y tratamos de potenciarlo. Además, al ser solo seis canciones, cada tema tiene que estar pensado para que funcione en el escenario, sin relleno. Intentamos visualizar cómo encajaría ese tema nuevo en el repertorio de directo y en qué momento del concierto vendría bien un tema así.
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