| “Somos grandes admiradores de Badfinger y no paramos de escuchar sus discos. Yo diría que hacemos música pop potente” |
El nombre del grupo también viene de una película inglesa subterránea de finales de los sesenta de homónimo título dirigida por Barney Platts-Mills. “Bronco Bullfrog es una pequeña peli con muy poco presupuesto”. Louis replica. “Nos encanta robar títulos”(risas). Apasionados de la década prodigiosa, Bronco Bullfrog actualizan el discurso de bandas como The Who, Zombies, Badfinger, entre otros y lo transforman en algo nuevo y fresco. Vamos que si la banda de Pete Townshend o la de Pete Ham aún existieran, sonarían como el combo que nos ocupa. Así que no sólo nos encontramos ante un grupo “retro”. Su power-pop de raíces sesenteras es mucho más que eso. “Sí, somos grandes admiradores de Badfinger y no paramos de escuchar sus discos. Yo diría que hacemos música pop potente. Pero es verdad que si quieres poner una etiqueta la de power-pop es la que más cerca está de nuestro sonido. Nos parecemos mucho a los grupos que nombras, pero sonamos contemporáneos”. Al igual que para los grupos de los sesenta, para Andy, Louis y Michael lo más importante de un álbum son las canciones. Y estos británicos van sobrados de ellas. Hartos ya de tanto post-rockero y de rockeros posmodernos intentando inventar algo que lleva años inventado, es reconfortante escuchar una propuesta que devuelve la música a la gente y a las emociones verdaderas. “Odio eso de viejas canciones o nuevas canciones. Las canciones buenas te gustan y las que no, no. No importa de dónde vengan. No importa si son de Pink o de la jodida Britney Spears, las canciones las escuchas y algunas entran dentro ti y no puedes deshacerte de ellas. Luego tu eliges las que te gustan y las que no” (sabias palabras las de Andy, de ahí se explica que a veces no podamos sacarnos de la cabeza canciones como “Torero” o “Corazón latino” aunque las odiemos). Tras sus dos trabajos anteriores, “Bronco Bullfrog” (Twist Records, 98) y “Seventhirtyeight” (Twist Records, 00), el sonido de este trío ha encontrado por fin el equilibrio entre la melodía y las estructuras complejas que pueblan sus composiciones. Se nota una cierta depuración sonora y una música más lúcida, más optimista. “Si este disco es más feliz, más directo. Igual salió tan directo porque estábamos muy relajados en el estudio. No sabíamos si alguien lo iba a editar así que hicimos lo que nos salía sin tener ninguna presión. Se podría decir que teníamos un buen momento. Teníamos esas canciones y ya está, no habíamos grabado más. Pensamos, vamos a hacer el Lp con estas once canciones y ya está. Y salió así. La única canción que rescatamos de los descartes de otros discos fue ´Octopus´”. La pregunta del millón es por qué motivos estos chicos no están en todas las portadas de la prensa especializada. Si grupos decididamente “retro” como The Strokes y White Stripes -ambos poseedores de buenos discos- lo están, uno no entiende por qué bandas como Splitsville, estos Bronco Bullfrog o grupos de otros postulados, aunque también etiquetadas como retro, del calibre de Mooney Suzuki o The Bellrays no reciben la misma atención. Supongo que será cosa del destino o de algún modernito con gafas de pasta. De todos modos, este comportamiento por parte de la crítica no parece importar mucho a nuestros interlocutores. “Una de las cosas que más nos caracteriza en que nos importa una mierda lo que digan de nosotros. Si nos preocupásemos ya no seríamos nosotros mismos. Y además no estaríamos en una banda retro (risas). Los tres nos conocemos desde hace tiempo y compartimos muchas cosas. A la gente que no les gustamos, pues nada, que pasen de nosotros, que no compren nuestros discos ni vengan a los conciertos y que escuchen la radio por si escuchan algo que les gusta”. Más claro el agua.
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