El que favorece nuestro encuentro con el canadiense es el lanzamiento de “Roll With The Punches” (25), el primer disco que Adams publica bajo su propio sello discográfico (Bad Records) y que marca, a sus sesenta y cinco años, el pistoletazo de salida de su independencia como artista.
La de Bryan Adams es una jugada que, aun sin saber cómo le saldrá, celebra como un renacer personal y como el perfecto broche a medio siglo de trayectoria. “Cuando empecé en esto no lo hice ni por la fama ni por el dinero, sino porque amo la música”, nos dice al otro lado de la línea con una vehemencia especial. “Cerrar mi etapa con Universal fue un verdadero alivio y ahora encuentro esta sensación de libertad increíblemente inspiradora. Tengo gente a mi alrededor que me está ayudando con el proyecto y que lo vive con el mismo empeño que yo. Soy de los que piensan que la música tiene que ser divertida. Si la empiezas a ver como si fuera un trabajo, entonces estás haciendo algo mal”.
Adams no es, por supuesto, el primer artista mainstream que en un momento determinado de su carrera decide emanciparse de la multinacional de turno. De hecho, menciona los nombres de Madonna o Taylor Swift como ejemplos de independencia dentro de la música generalista que le han servido de inspiración. “Sería muy peligroso comenzar a pensar en qué habría sido de mí si hubiera tomado esta decisión antes, así que prefiero pensar en presente. Pero si solo pudiera decirle una cosa a mi yo de quince años, sería: ‘No firmes ese puto contrato’ [risas]. Con este nuevo sello he recuperado los derechos de varios de mis discos y, sí, quizás no haré tanto dinero con mi música a partir de ahora, pero al menos todo lo que suceda en mi carrera será únicamente responsabilidad mía”.
“Nadie quiere ofender a nadie, pero mientras nos callamos están matando mujeres y niños a diario”
Desde luego, la senectud le ha otorgado al canadiense la determinación de hacerse cargo de cada vez más elementos de su proyecto. No solo edita y produce “Roll With The Punches”, sino que también está acreditado al piano, a la batería y al bajo en varios temas. Recordemos también que, en directo, se le ha visto encargándose del bajo en lugar de la guitarra. “En realidad no soy tan polifacético”, dice entre risas, “Conozco mis limitaciones y sé que no soy el mejor baterista ni el mejor guitarrista, pero una cosa sí sé hacer bien y es transmitir una idea de forma sencilla y eficaz. Si siento que lo puedo hacer componiendo y grabando yo mismo todos los instrumentos, entonces es mejor dejarlo así”.
“Roll With The Punches” llega justo cuando Adams ha concluido su gira por España, pero nos asegura que regresará muy pronto. “¿Qué puedo decir? Amo España desde que era niño. Todavía recuerdo cuando mi padre nos llevó a mi hermano y a mí en plena década de los sesenta a ver un espectáculo de flamenco en Sevilla. Nos sentamos en primera fila y las bailaoras se quitaron el vestido delante de nosotros entre risas. No dábamos crédito”, recuerda con cariño. “Jamás habría imaginado que años después acabaría tocando la guitarra junto al maestro Paco de Lucía. Aquello fue un sueño. Por supuesto, me he planteado muchas veces hacer un disco de flamenco, pero no hablo bien español y este no es un estilo que puedas fingir que dominas. El flamenco viene de un lugar divino al alcance de muy pocos, y si lo haces, debes hacerlo bien”.
Su presente como artista va por otros derroteros. Concretamente, por el de querer transmitir un mensaje de aliento y lucha con su nuevo disco. La semiótica de la portada, con un guante de boxeo en primer plano, nos lo dice todo.“’Roll With The Punches’ habla sobre querer avanzar. "No importan las curvas que te encuentres en el camino, te tienes que levantar y seguir adelante. En la vida no hay ensayos, es ahora o nunca”. También encontramos ciertas rimas con el presente, a partir de ideas muy abiertas que pueden sonar a perogrullada pero que, sin duda, apuntan con crítica a la actualidad. “Estoy perplejo con lo que está ocurriendo en el mundo”, nos dice respecto a canciones como “Love Is Stronger Than Hate” o “A Little More Understanding”, cuyos títulos no son en absoluto casuales. “Mi padre, que fue militar y diplomático, me enseñó a entender las distintas caras de una moneda y a desarrollar empatía con todas las partes. Es algo que ya he demostrado en canciones como ‘What If There Were No Sides at All’, donde hablaba sobre la guerra de Ucrania. Nos hace falta más empatía como sociedad, y sé que la música es tan solo una gota en medio de un gran océano, pero como artistas tenemos mucho que aportar con nuestras canciones. En el futuro, al menos, mis hijas podrán decir que su padre no se quedó callado. Echo de menos que la comunidad artística rompa su silencio y se implique más. Nadie quiere ofender a nadie, pero mientras nos callamos están matando mujeres y niños a diario”.

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