“Alguien que no escucha a The Stooges no es de fiar”
EntrevistasBravo Lahoz

“Alguien que no escucha a The Stooges no es de fiar”

Sergio Iglesias — 03-10-2025

Después de dos años de silencio y de alejarse de la vida pública y las redes sociales, el músico Bravo Lahoz regresa con “La tensión irresoluble (de nuestros días)”, un EP de cuatro temas que marca un cambio de rumbo, dentro de una carrera en solitario, en la que parece estar buscando caminos sin transitar para volcar todos esas inquietudes musicales –y personales- que le acucian en el día a día.

¿Qué influencia ha tenido tu cambio de residencia a la costa cántabra en la elaboración de este nuevo lote de canciones?
Ninguna, porque ya estaban compuestos los temas antes de la huida. Cualquier influencia se verá en lo próximo que vaya preparando, porque el cambio me ha ayudado a coger impulso para escribir. No sé si será la brisa, el salitre, la actividad de la ciudad, o que me había quedado estancado, ya me ha pasado otras veces que tenía la necesidad de cambiar de entorno para empezar de nuevo. Se está muy bien aquí, ha sido un acierto, pensé que me iba a costar más hacerme a una ciudad después de tantos años en el campo, pero no me estoy adaptando mal de nuevo al ruido y me gusta vivir aquí, eso sí, sin romantizar, porque el norte sufre el mismo proceso destructivo que sufre el resto de España y del mundo por esta idiotez del turismo de venganza; esa ridícula desesperación por enseñar que estás en el sitio al que hay que ir. Es una pena, aquí también caen cruceros, despedidas de soltera… y a veces tienes la sensación de estar en un parque temático. La identidad está en proceso de disolución y el chino de la esquina acaba siendo más auténtico que todos los bares del centro. Pero bueno, que me pierdo, aun con esta plaga, estoy bien aquí.

El disco comienza con un riff que, inconfundiblemente (y me parece que intencionadamente) evoca a los primeros Stooges. ¿Era una declaración de intenciones de ese salvajismo que querías mostrar en este trabajo?
Alguien que no escucha a The Stooges no es de fiar. Yo lo hago de forma recurrente desde chaval y están siempre ahí, acechando, y así se debió colar; no me había dado cuenta hasta que Juan le empezó a meter guitarras a la canción en el estudio, con el piano no descubrí que eran los tres mismos acordes, y cuando lo vimos por supuesto quisimos darle presencia, no es ni un homenaje, ha sido una posesión, es que el puto Iggy Pop y su amigo Asheton se cuelan por todas partes, dicen que hay que cerrarle todas las puertas al mal, pero este bicho se cuela por todas partes; es el último superviviente de los tres grandes (Bowie, Lou Reed y él), y nos va a enterrar a todos, es el mismo demonio. Hace muchos años le vi en el Esparrago, el tío ya tenía 50 tacos y era una furia incontrolable ¡Que intensidad! ¡Qué mala ostia!, tenía a todo el mundo loco porque se subía a los amplificadores y las estructuras, creó un verdadero caos en el escenario, el público estaba enloquecido, y el muy cabrón arengaba para calentar más. Recuerdo que había una grúa con una cámara de estas que se mueven por encima de la gente haciendo planos aéreos (un coñazo), algunos de los muchos exaltados saltaron a su encuentro y la hicieron caer, cuando pudieron subir de nuevo el brazo de la grúa no quedaba nada más que cable colgando mientras la turba enfurecida pateaba bailando los restos de la cámara. Aquello no era hedonismo, era destrucción y maldad, la gente de bien estamos obligados a homenajear a estos salvajes siempre que tengamos oportunidad, para que no se olvide que una vez hubo una cosa que se llamaba rock and roll.

¿Qué cambios has buscado en este disco respecto a lo que habías hecho hasta el momento?
El más significativo es que decidí componer con el piano; como soy tan malo con la guitarra, decidí probar con otro instrumento y parece que me ha llevado por un camino diferente. También veo que en conjunto es más uniforme que en los discos anteriores, y las canciones son más cortas que la mayoría de las anteriores, no es que haya querido hacer caso a todos lo que me decían que hacía canciones demasiado largas, es que han salido así.

¿Cómo has trabajado en esta ocasión el tema de las letras, uno de los aspectos destacables en este EP? ¿Lo has trabajado como un disco conceptual sobre la sociedad actual y esa "tensión" cada vez más creciente que mencionas en el título del disco y de la canción del mismo nombre?
Pues cada vez que pones la televisión, miras en internet, o te relacionas con la gente de tu entorno, te encuentras con enfrentamiento y crispación, cualquier cosa es buena para entrar en una discusión apasionada en nombre de una causa que no es ni la nuestra. Luego llega la insatisfacción, porque al final tener la razón no nos da ninguna recompensa, acaba siendo algo vacío. Corremos el riesgo de que esto no tenga vuelta atrás y todo acabe siendo “estás conmigo o contra mí”. Las letras recogen lo que he ido observando en ese proceso de verse envuelto por esa tensión y luego verse arrojado por ella al suelo, deshecho y agotado, porque yo he sido mucho de los que quería tener razón, y el resultado siempre es el mismo, al final siempre tienes que enfrentarte al vacío. Es muy triste, empujados a tomar partido por causas que no nos aportan nada y enfrentándonos hasta con nuestra familia por el maldito fanatismo inoculado por las redes sociales y los medios de comunicación, que ya sabemos al servicio de quien están. Además, he intentado construir con una estética que parezca salida de una inteligencia artificial (sin utilizarla, que ya son muchos los que usan para crear las letras -que se os nota- y van uniformando los contenidos), y también he buscado romper la lógica con la ambigüedad de algunas expresiones y cambios de sentido de algunas palabras, puede que alguna frase provoque un poco de vergüenza ajena en la audiencia, aunque no llega al nivel de cosas como “las mareas mareadas”, pero no pasa nada porque se incomode un poco, que sino todo es muy solemne y hay que quitarle hierro.

“Siempre tienes que enfrentarte al vacío”

¿Qué influencia ha tenido Juan A. Salinas en la producción? ¿Han cambiado mucho las canciones al pasar por sus manos?
Trabajar con Juan es muy fácil, al menos a mí me lo pone todo muy fácil, yo a él no tanto. Controla muchísimo y es muy buen guitarrista, pero no tengo que decirlo yo, solo hay que escuchar el Motor Home de Maine para hacernos una idea. Me gusta mucho que utiliza teclados reales y pedales de efectos en lugar de pluggins, y el proceso de grabación es más tangible. Además, siempre me acaba sacando algún artefacto para generar ruido con el que me acabo desmadrando, luego le cuesta un poco darle forma a mis desvaríos. El resultado siempre me acaba convenciendo, puede que una de las claves sea que compartimos muchas influencias y una visión de sonido underground que me gusta bastante. Hace un gran trabajo para encajar las piezas que pongo sobre la mesa, y sé que no es fácil.

¿La decisión de publicar tan sólo cuatro temas tiene algo que ver con la inmediatez con la que, en la actualidad se consume la música, o simplemente tenías ganas de mostrar lo que es Bravo Lahoz en este momento?
No quería forzar con otros temas que iban a ser muy diferentes a estos, ya me ha pasado en los discos anteriores que hay mucha disparidad, en este caso prefería que el mensaje quedara circunscrito a lo que he plasmado en el EP y no incluir otras cosas que pudieran parecer relleno. Me gusta el formato de vinilo pequeño, me recuerda a todos aquellos EP del underground de los 90 en ediciones limitadísimas que se vendían en los conciertos y no pude comprar porque no tenía un pavo. Ataques de nostalgia.

¿Por qué has decidido mantenerte fuera de las redes sociales?
Por respeto a mi salud mental. Son basura, no deberían haber existido nunca, están modificando nuestro comportamiento y nuestras estructuras mentales, provocan ansiedad, insatisfacción y sacan lo peor; solo hay que mirar el twitter para ver hasta dónde puede llegar la mezquindad cuando opinas sobre algo (o alguien) sin dar la cara. Dentro de unos años, si no nos hemos ido a la mierda, se acabará mirando a las redes sociales como ahora miramos al tabaco. Me he quitado hasta el whatsapp, y dudo mucho que lo vuelva a tener. No me puedo permitir estar tan conectado. Esas mierdas están diseñadas para engancharte, y vaya si lo consiguen, así que prefiero tenerlas lejos. No le veo la parte positiva a esa ponzoña, además sabemos de sobra como son los que están detrás. Mis cuentas estarán por ahí seguramente, porque no creo que desaparezcan nunca, y alguien podrá ver las chorradas que puse en ellas, pero ya no las alimento. Ahora tengo una página web para publicar mis cosas, sé que no tiene tanta visibilidad, pero no es invasiva, entras si quieres.

¿Qué nos puedes adelantar sobre la presentación en directo de "La tensión irresoluble"?
No doy conciertos, hace mucho que no lo hago. Me gustaba hacerlo como batería envuelto de ruido y con cierta distancia, pero en este proyecto he tocado poco en directo, no le he dado forma aún a eso y tengo que pensar muy bien como lo haré, si es que lo hago, porque al ser un sonido tan intimista se puede perder mucho detalle. He tomado la determinación de no tocar de momento. Ya me lleva mucho trabajo escribir nuevas cosas. Si en algún momento me apetece, volveré, pero ahora no, y ya sé que es absurdo publicar si luego no lo voy a presentar. Pronto será la experiencia directa con el público lo único que nos diferencie de un producto realizado por IA (aun algunos ya lo parecen), y habrá que hacer militancia del directo para defender nuestra especie. Hasta entonces puedo vivir sin ello.

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