Alemania punk

El quinto álbum de los berlineses les debería confirmar como los sucesores más firmes al cetro que detentan Die Toten Hosen, una de las más grandes bandas de punk germanas de todos los tiempos, con el permiso de Razzia o Slime. Aun tienen fresco “Limbo Messiah” (Warner).

“No nos podemos comparar con Die Toten Hosen, pero puede que encuentres los mismos discos en nuestras colecciones”, apunta Thomas Götz, el batería. “A lo largo de los años nos hemos hecho amigos. Siempre están interesados en lo que hacemos y parecen preocuparse de nosotros. Nos hizo sentir orgullosos cuando publicaron un DVD en directo en el que había ‘Hand In Hand’, una versión nuestra”. La mala baba primigenia del hardcore reluce en "Sharp, Cool & Colected" o "Bad Brain". El rock de corte melódico trasluce en "As I Please" o en la emotiva "Soljanka". Cierto deje a lo Pixies asoma en "Meantime". Su devoción por el pop y Depeche Mode aflora en "Hail To The Thiefs". Pero lo que se sale por la tangente es ese número con falsete vocal y acabado soul titulado "She Was Great". “Nos gusta la música negra vintage. Queríamos tener mayor variedad de estilos en este disco. La canción se montó en el estudio. Así que cuando la escuchas en el álbum suena como una maqueta y difiere a la versión que tocamos en directo”. La consecución de su segundo disco de oro en Alemania con “Limbo Messiah”, o el galardón de Mejor Grupo Alemán en los European Music Awards de Roma en 2004, no les quitan el sueño de momento. “Estamos orgullosos de cualquier premio que se nos de a través de una audiencia y no por el voto de un jurado. No podemos decir que nuestra vida haya cambiado y hayamos vendido un montón de discos. Todavía viajo en metro, no tengo coche ni piscina y salgo de marcha con los mismos amigos de siempre. A veces cuando voy a conciertos hay gente que se acerca y me pide autógrafos pero no lo siento como un handicap”. Grabaron en Epitaph porque en sus filas se encontraban NOFX, All, Solomon Burke y Tom Waits. Formar parte de Warner, por motivos de poder y cercanía física, no ha mermado su pasión por el rock sin adulterar. “Lo mejor es viajar y tocar. Recuerdo especialmente el festival de Woodstock en Polonia, donde actuamos en frente de cuatrocientas mil personas”.