Supersaurio

Tras algún puntual relato previo, Meryem El Mehdati debuta en firme con “Supersaurio”, acidísimo y por momentos descacharrante relato en el que plasma con escalofriante clarividencia la experiencia autobiográfica (parcialmente imaginada o no) derivada de su primera incursión en el mercado laboral. El libro relata las andanzas de la autora/protagonista como trabajadora de oficina de la conocida cadena canaria de supermercados Supersaurio, mientras lucha por no venirse abajo y encajar, de la mejor manera posible, esos golpes que llegan en forma de sorpresa (alguna agradable, la mayoría ásperas).

Un periplo por el que trascurren un buen montón de secundarios, capaces de acrecentar sensaciones angustiosas o motivar decisiones ininteligibles, orientadas unas y otras a afrontar el paso a la edad adulta con la consiguiente alineación establecida por el sistema y la sociedad. Es solo la excusa que utiliza la escritora canaria-marroquí para exponer –con ironía, toneladas de humor y realismo– ese universo que engulle a cualquiera que se sitúe en torno a los veinticinco años. Una horquilla que, en realidad, resulta algo circunstancial y puede hacerse extensible a (muchas) otras franjas demográficas. “Supersaurio” es una novela maravillosamente punzante, tejida sin tapujos entre ese humor desvergonzado y el drama vital, en unos extremos que, en la práctica, conectan y señalan hacia lo que serían dos caras de una misma moneda.

Meryem El Mehdati se impone como uno de los nuevos nombres a seguir dentro de la narrativa estatal, tras firmar un volumen tan contemporáneo como en realidad atemporal, utilizando la excusa laboral para plasmar un retrato fiel acerca de esa maquinaria engrasada que nos marca un camino de obligado seguimiento. “Supersaurio” no es sino un testimonio abierto en canal en el que casi cualquiera podrá verse reflejado (seguramente más de lo apetecible dada su honestidad brutal) pero que, encajado en base a un humor negro de lo más ingenioso, se torna empático y hace todo mucho más llevadero.