Estamos ante una historia de ficción que toca la fibra más tortuosa de nuestra existencia. Pero aunque la narración que se nos cuenta pueda parecer desoladora –las vivencias de un artista que tuvo cierto éxito en los sesenta y setenta pero que pronto fue olvidado, explicada por su hijo-, la forma surrealista de un conjunto de situaciones delirantes bien hilvanadas hacen de la primera novela de Santi Balmes un artefacto apetecible.
Madre meda! Que9 apropiado la cosa se este1 podnenio bizarra con esto de las RRSS. Lo de tu cara me suena del faisss empieza a dar miedito! Un saludo!