Podio
Libros / Andrés Lomeña

Podio

8 / 10
Toni Castarnado — 06-10-2022
Empresa — Alianza Literaria

Antes no era habitual. El deportista nunca se quejaba. Entrenaba y competía hasta donde le llegaba el cuerpo. En el último lustro eso ha cambiado. Cada vez son más los que exponen su descontento y, en algunos casos, nos encontramos con casos severos de depresión que se hacen públicos. Se da en la elite, en deportistas que saben explorar los límites, con cuerpos esculpidos a base de esfuerzo y preparados para cualquier batalla, pero que a veces no cuentan con algo incontrolable y sumamente más débil que sus músculos: la cabeza. Lógicamente, esto se da en deportes de equipo, más aún cuando no se cumplen según qué expectativas, pero se hace más patente en deportes de ejercicio individual. Ahí no puedes apoyarte en un compañero cuando tienes un mal día, el que fallas eres tú, y el que pierde también. Por esa razón, la metáfora en este libro a medio camino entre el ensayo y la novela es sobre el drama que supone el cuarto puesto. Puestos a elegir, mejor quedar quintos o séptimos. El cuarto puesto es el que te deja más cerca de la gloria y el ansiado podio. En la competición ese es el lugar más cruel y el más invisible.

Para elaborar este escrito ágil y meticuloso, Andrés Lomeña imagina a Paula Sen, una nadadora adolescente que sueña a lo grande. Sin embargo, la joven debe vigilar y dosificar el esfuerzo y, también, el exceso de ambición (a veces desmedida) que la puede abocar a la frustración, la neurosis y que todo gire en torno a las marcas, la clasificación y los entrenamientos. La única gratificación llega el sábado por la noche, pizza y fetuccini a la carbonara y una serie en la televisión de la que no ves ni un capítulo porque caes fulminada presa del cansancio. Lomeña explica todo ello muy bien, con un lenguaje sencillo y sabiendo de lo que habla. Utiliza buenos atajos para los capítulos cortos, habla del peso de la psicología como motivación, ya sea gracias a una canción, a un libro sobre otros deportes o incluso desafíos como lanzarse al vacío en paracaídas. Incluso lo utiliza para afrontar el encuentro con un periodista, profesionales que algunas veces son aliados y otras enemigos.

Hay citas a nadadores ilustres como Michael Phelps o a la futbolista Megan Rapinoe, lo cual le da al autor la posibilidad de fluctuar entre la realidad y la ficción. Todo ello hace de “Podio” un libro que cualquiera puede disfrutar, pero que resulta especialmente recomendable para deportistas, tutores o para todo aquel que quiere profundizar en qué se esconde tras una victoria y, sobre todo, tras una derrota. Sobre todo si quedas cuarta.

 

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