La siempre avispada editorial Libros del Kultrum tiene a bien relanzar en nuestro país la que fuese peculiarísima autobiografía del maestro del cómic underground Robert Crumb publicada originalmente en 2005, en una decisión ante la que sólo cabe mostrar gratitud. Tal y como era lógico atendiendo al perfil desprejuiciado, inquieto, explícito y salvajemente afilado del autor, tanto el contenido como la estructura de la referencia en cuestión se aleja diametralmente del prototipo de biografía al uso.
A cambio, alterna (con anarquía) ese texto encargado de narrar la vida del autor con vistosos e impactantes recursos como tiras, viñetas, historietas completas, portadas y demás material seleccionado por el dibujante de entre su prácticamente inabarcable catálogo. También se incluye como atractivo adicional fotos personales, así como un CD con música grabada por Crumb en varios proyectos, que quizá ayuden a entender la nada sencilla personalidad del protagonista. Todo, mientras el lector puede optar entre divertirse, escandalizarse o, sencillamente, admirar el reconocible trazo exhibido por el de Filadelfia en sus múltiples ocurrencias.
Lo que nunca cabe como opción, una vez inmersos de lleno en el universo Crumb, es apostar por la indiferencia como desenlace del asunto. Y es que, la narrativa caustica usada como argumento (y arma) por el norteamericano huye despavorida de ese tipo de apatía descafeinada. Una decisión que se completa con la visión autocrítica del caricaturista, que de algún modo humaniza con énfasis –y en base a tantas virtudes (o talentos) como defectos– el contenido de las más de cuatrocientas páginas que conforman la referencia en cuestión. Y, de paso y por el camino, aporta una valiosa (por particular) mirada sobre la cultura popular del siglo veinte.
Si bien es verdad que el comedido tamaño en el que viene prensada esta simbiosis de cómic/libro que es “Memorias de R. Crumb. Remembranzas y otras chanzas” a veces dificulta su lectura, no es menos cierto que resultará un placer escarbar entre cada rincón del, por otro lado, jugosísimo tomo. Para cualquier aficionado al cómic provocador en general, pero, por supuesto y de manera muy particular, para los seguidores del creador de (entre un sinfín de personajes y otros proyectos) el gato Fritz, La Diablesa o Mr. Natural.

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