Medication Time

Como si de un matrimonio de afable convivencia, pero donde cada miembro intenta imponer su propio punto de vista, se tratase, cine y literatura han cohabitado a lo largo de la historia en múltiples episodios. Uno de los más destacados tuvo lugar hace medio siglo por medio de la traslación a la pantalla, por parte de Miloš Forman, de la novela “Alguien voló sobre el nido del cuco”, originalmente escrita por Ken Kesey a principios de los años sesenta. Una cinta, y por extensión el manuscrito aludido, elogiada por parte del experto en el séptimo arte Albert Galera, quien escruta con detenimiento enciclopédico a lo largo de unas páginas que no dejan recoveco, incluido el propio edificio donde fue grabada o las psicopatías sufridas por sus “inquilinos”, sin ser rastreado exhaustivamente.

Impulsora definitiva para la carrera de su realizador e igualmente rotundo respaldo para un Jack Nicholson -intérprete del icónico pícaro rebelde Randle McMurphy- que venía de mostrar sus dotes recientemente en “Chinatown”, dicha producción, asumida en principio por Kirk Douglas para posteriormente ser cedida a su hijo, Michael, recorrió un complicado itinerario con constantes cambios de plantel que incluso dejaría fuera en las tareas de guionista a su primigenio padre creativo, quien abdicaría del resultado definitivo aduciendo una dulcificación de su historia. Más allá de controversias, el director de origen checo recogió con maestría, imprimiendo su propio instinto, la naturaleza subversiva y humanista de lo que siempre fue, y sigue siendo, una emocionante oda dispuesta a traducir los gritos y lamentos emitidos por olvidados y defenestrados.

Mientras desentraña simbolismos ocultos y señala infinitos detalles, el autor de este libro construye un mapa completo de la cinta y su periferia, alabando, con merecimiento, su virtud artística pero sobre todo subrayando el carácter revelador de su contenido. Un metraje que encapsula con trazo esclarecedor y emotivo el impulso liberticida de una sociedad que condena a quienes no han podido, no han querido o les han impedido hacerse pasar por cuerdos en un mundo maniatado por una camisa de fuerza.