Los sureños no llevan paraguas

Nuestra alta exposición a la cultura y referentes históricos estadounidenses tiene como consecuencia que, a menudo, conozcamos más a personajes y leyendas de las que geográficamente nos separa todo un océano que a las propias de nuestro territorio. No sólo Hollywood se ha encargado de ello, también esa bendita invasión que disfrutamos cada día en forma de música popular y que se remonta, como mínimo, a tiempos de la explosión de Elvis Presley como fenómeno de masas global. Sin embargo, reconozcámoslo, no siempre captamos todo el significado implícito en un cine, una música o una literatura diseñados, ante todo, por y para el consumo del público norteamericano. En este sentido, las diferencias entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos, con sus tópicos, sus mitos y sus realidades de raíz histórica y social, son un ejemplo paradigmático de inputs que recibimos y, más a menudo de lo deseable, se nos escapan. Este libro, anunciado con sorna como una “Guía práctica para no acabar colgado de un árbol en el viejo y profundo Sur”, en cierta manera llega a nuestro rescate para que seamos capaces de situarnos en contexto y comprendamos mejor, y en consecuencia disfrutemos más, de la gran cantidad de mensajes ligados al concepto sureño que nos acechan. Racismo, religión, costumbres peculiares, incoherencias, orgullo, expresiones artísticas, sesgo político, frases hechas, deportes, personajes ilustres (algunos brillantes, otros nefastos), interpretación de datos históricos… Todo esto y más tiene cabida en este texto aglutinador, pero también simplificador, de una realidad con tantos prismas y subtramas que, sin la preceptiva orientación, podría acabar abrumándonos.

A pesar de lo dicho, no esperen encontrar aquí una sesuda tesis doctoral sobre las particularidades de los Estados denominados del Sur. Todo lo contrario, prepárense para echarse unas risas mientras se ilustran sobre este apasionante temario, gracias al tono sarcástico e irreverente empleado por los dos autores de la obra, Eduardo Izquierdo y Eloy Pérez. Así, a cuatro manos y sin perder el sentido del humor incluso cuando el tema se pone delicado, es como estos agudos observadores y experimentados cronistas (principalmente en el terreno musical) nos van diseccionando el legado de las tierras confederadas. Y no porque las hayan visitado, como nos advierten desde el principio del libro, sino porque su perspectiva externa acaba resultando más apropiada para nosotros, lectores que tampoco hemos nacido ni vivido en el lugar de los hechos, que la de un sureño de pura cepa poniéndose en la piel de un foráneo para intentar hacer más entendible su verdad. A destacar también el prólogo firmado por el neoyorquino Elliott Murphy, quien expone su interesante visión de lo que es el Sur de su país partiendo de la mística de las aventuras de Huckleberry Finn. Así mismo, no pasamos por alto que estamos ante una muy edición cuidada y detallista, de la mano de una nueva editorial –Muddy Waters Books– a la que deseamos y auguramos un brillante futuro.