Estas páginas están plagadas de ideas que podrían servir de inspiración a cualquier banda de death/black metal a la hora de escribir las letras de un disco conceptual sobre los siete pecados capitales. En este libro hay asesinatos de bebés, de amigos, canibalismo, magia negra, un abogado que es devorado por una jauría de perros, atentados, un cura quemado dentro de su iglesia y vísceras, muchas vísceras. A su lado, “Seven” de David Fincher parece una película de Disney.
Ambientada en un Madrid prepandémico (año 2019), “Los 7 pecados capitales” narra el advenimiento del Apocalipsis, la lucha del bien contra el mal, la batalla final de los siete arcángeles de Dios contra los siete demonios del Diablo. Al inicio de la novela el poseído Alan recibe el encargo del Maligno: reclutar a un grupo de siete pupilos para que cada uno de ellos desarrolle un pecado capital. “Un sentimiento desconocido para ella crecía en su interior. Se veía fuerte, segura de sí misma, incluso poderosa. La gente con la que se cruzaba se le antojaba inferior. Ese poder le gustaba y no lo pensaba perder. Seguro que le serviría para más adelante”. Así es como Zaida, por poner un ejemplo, empieza a notar los efectos de la soberbia en sus propias carnes.
La lectura de este libro de J.J. Llorente atrapa desde la primera página gracias a su ágil planteamiento narrativo: episodios cortos, de una página o dos, donde vamos siguiendo la evolución de cada personaje y de cada suceso en paralelo a los demás. Y, al final, una moraleja: solo la unión de los guerreros del Cielo podía frenar la barbarie. Lo dicho, esto es buen material para una película de terror o para las letras de un álbum de death/black metal.
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