La Pegatina: Adrenalina

En la actualidad es muy difícil encontrar a alguien que no conozca a La Pegatina, pero hace veinte años la historia era muy distinta. Y esa historia, tan desconocida por una gran parte de su público, es la que explica la esencia de la banda y la que se encuentra dentro de “Adrenalina”. Un título muy bien escogido. No solamente es aquello que nos transmite el grupo en sus conciertos, sino también lo que les hizo embarcarse en este gran proyecto hace ya dos décadas.

El libro se va construyendo a partir de la entrevista que le hacen Kike Babas y Kike Turrón a Rubén Sierra –miembro fundador y uno de los vocalistas y guitarristas de la banda– y que se complementa (de forma totalmente acertada) con las intervenciones de otros miembros de la formación, tanto antiguos como nuevos, añadiendo frescura a la conversación de Rubén. Dividido en varios capítulos que nos permiten conocer las diferentes etapas de La Pegatina, el viaje nos lleva desde sus inicios hasta su último trabajo de estudio en solitario, “Darle la vuelta” (Warner Music, 20), y en los que podemos seguir muy de cerca su propia evolución gracias también a todo el material gráfico que complementa el texto.

Al comienzo del libro nos trasladan veinte años atrás, a esa Barcelona del mestizaje que tenía a Manu Chao como cabeza visible y en la que la música reinaba en las calles. Por aquel entonces nació La Pegatina Sound System que contaba con un único miembro, Rubén, y que poco a poco fue cogiendo más forma y ganando peso dentro de la escena catalana, ya junto a sus inseparables Adrià y Ovidi. Más adelante podemos conocer cómo daban forma a sus primeras maquetas, ayudados de otros grandes músicos, y cómo montaban sus primeros bolos a la vez que mantenían otros trabajos paralelos para poder mantener a La Pegatina (ya sin el Sound System) a flote.

Así, de forma autogestionada, empezó esta aventura con la que han recorrido todo el globo, de España a Japón, de Japón a Holanda y de Holanda a Australia. Casi nada. Con Rubén y algunos compañeros recorremos ese largo camino que, aunque pueda parecer de rosas, también ha tenido mucho sufrimiento, esfuerzo y mucha fe en el proyecto. Todo eso es lo que nos encontraremos en estas doscientas cuarenta páginas en las que la banda tampoco tiene ningún pudor a la hora de explicarnos sus primeros fracasos y sus miedos, equilibrando la balanza de sus aciertos (como La Gran Pegatina), sus anécdotas –entre las que se incluye una de Mondo Sonoro– y sus innumerables conciertos. Un libro ameno que nos permite conocer a fondo al grupo y enamorarnos de ellos y de su humildad, esa que jamás abandonan y que les ha permitido mantener también toda la hermandad e ilusión de los primeros días. Aquella adrenalina que ojalá les dure muchos años más.