La lista de los siete
LibrosMark Frost

La lista de los siete

7 / 10
José Martínez Ros — 27-07-2025
Empresa — Impedimenta

Resulta bastante extraño que esta novela, “La lista de los siete” no se hubiera publicado antes en nuestro país, cuando su primera edición apareció en Estados Unidos en un ya remoto 1993. No del todo por sus méritos literarios, aunque no está exenta de ellos, sino por la fama universal de su autor. El neoyorquino Mark Frost (1953) no pasará a la historia como novelista; se ganó la inmortalidad varias décadas atrás, como cocreador de ese monumento cultural que es “Twin Peaks”.

Todo empezó a finales de los ochenta. Frost era un joven guionista que había empezado a destacar escribiendo varios episodios de una de las series míticas de la época, “Canción triste de Hill Street”. Así que la productora Warner Bros contactó con él con una curiosa propuesta. Le preguntaron si le interesaría trabajar con un joven cineasta con fama de “genial” e “incontrolable”, David Lynch, que ya había estrenado una de las grandes películas de la década (o de la historia del cine), “Terciopelo azul”, y ahora planeaba rodar un biopic de Marilyn Monroe. Frost aceptó. La película sobre Marilyn no llegó a ninguna parte, pero Frost y Lynch se convirtieron en buenos amigos. Un día, charlando en un restaurante de Los Ángeles, surgió la idea de realizar una serie ambientada en un pequeño pueblo, en la que se pudiera aplicar a gran escala la visión de Lynch en “Terciopelo azul” (una superficie idílica que oculta muchas zonas turbias y secretos macabros)… y el resto ya lo conocemos todos.

De hecho, la primera obra literaria que nos llegó, hace unos años, de Frost pertenece al universo “Twin Peaks”, desde su mismo título: “La historia secreta de Twin Peaks”. Aunque se presentaba como una novela, distaba mucho de ser una narración al uso. Nos encontrábamos con una combinación de documentos ficticios, extractos de diarios, recortes de prensa, cartas, memorándums, entrevistas grabadas y extractos de libros ficticios, los cuales abarcaban un amplísimo arco temporal que iba desde la fundación de la ciudad maderera, fechada en 1805, a los sucesos con los que finaliza la segunda temporada. Ese material apócrifo incluye referencias a las teorías conspiranoicas que representan, en cierto modo, una parte importante de la mitología popular del siglo XX: noticias sobre avistamientos Ovni, sociedades secretas infiltradas en el gobierno estadounidense, célebres e inexplicados casos de fenómenos paranormales, y un largo, etcétera, vinculándolos a la pequeña Twin Peaks, que de repente deja de ser un lugar aislado para convertirse el centro de un vasto y desconocido mundo esotérico. Muy recomendable para cualquier fan de la serie.

“La lista de los siete” es, comparativamente, una novela bastante más tradicional. La podríamos definir como un pastiche victoriano de aventuras y misterio en torno a la figura de un joven Arthur Conan Doyle, cuando no había creado al detective más famoso de la historia de la literatura, Sherlock Holmes, y se ganaba la vida como médico en los barrios obreros de Londres, por aquel entonces la capital del gigantesco imperio británico. Frost explota en esta obra la curiosa ambivalencia del carácter del auténtico Conan Doyle: por un lado, tenía ambiciones literarias, pero también era un aficionado al boxeo, un gran deportista y mostró, a lo largo de su vida, un temperamento un tanto aventurero (por ejemplo, se sabe que en su juventud acabó protagonizando una multitudinaria pelea, cuando acudió en defensa de una muchacha que, en su opinión, estaba siendo insultada). Era, igualmente, un hombre enamorado de la ciencia y el racionalismo; sin embargo, eso no impedía que se interesara por las diversas creencias místicas que florecían en su tiempo. Es bien que sabido que, en sus últimos años, tras la muerte de su querido hijo mayor, Kingsley, uno de tantos jóvenes sacrificados en las trincheras de la I Guerra Mundial, acabó formado parte de los círculos espiritistas, y hasta creyó en el famoso engaño de las “fotografías de las hadas”.

La novela nos sitúa mucho antes, en un momento en que Conan Doyle aún está muy lejos de la fama. El Dr. Doyle es invitado a una sesión espiritista en las Navidades de 1884 por una nota anónima que le advierte que uno de los participantes corre un grave peligro. Y, en efecto, la ceremonia se descontrola, y alguien muere. Esto lo pone en contacto con una especie de James Bond victoriano al servicio de la Corona llamado Jack Sparks (que toca el violín como Sherlock) y con una enigmática actriz, Eileen (que podemos ver como una proto-Irene Adler). Pero también, como un buen número de personajes reales, como Bram Stoker, el futuro autor de “Drácula”, cuando intentaba abrirse paso como dramaturgo o, incluso, Sir William Gull, el médico de la Familia Real que, según “From Hell” de Alan Moore y Eddie Cambell, fue el responsable de los crímenes de Jack el destripador. Todos ocupan distintos papeles en una trama que gira en torno una conspiración ocultista, manejada desde las sombras por un genio del crimen… que no se apellida Moriarty, aunque, desde luego, no es nada difícil captar la referencia.

“La lista de los siete” recuerda un tanto a ese pequeño clásico de los ochenta, “El secreto de la pirámide” que narraba, en aquel caso, las andanzas de un Sherlock adolescente también enfrentado a un misterio sobrenatural. Y también a algunas novelas del gran Tim Powers como “Las puertas de Anubis”. Se lee con agilidad, y se nota el talento de Frost como guionista: hay una patente cualidad cinematográfica en sus diálogos y en el modo en que hace avanzar la historia. No es una novela que vaya a cambiar la vida de nadie, pero, como entretenimiento ligero y lectura veraniega, cumple con creces. Frost quedó lo bastante satisfecho como para publicar una segunda entrega de las andanzas del Dr. Doyle, “The Six Messiahs”. Si es tan divertida como esta, merece la pena de que también llegue a las librerías españoles.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.