Historia Universal del After

Se suele decir, con razón, que Brasil es como un continente en sí mismo, y más en asuntos musicales. Y que la barrera del idioma siempre ha estado ahí, alejándonos inconscientemente de una escena tremendamente rica y diversa, insondable desde la vieja Europa. Ese es el principal foco de atracción y, a la vez, el principal obstáculo para empatizar con este singular ensayo: si desconoces por completo la escena electrónica de eventos underground de los últimos diez años en Brasil (cosa que, como comprenderán, no controlamos ni por asomo), cuesta familiarizarse con todo lo que el crítico de arte, músico, escritor y DJ portoalegrense Leo Felipe no cuenta en este libro, que no es lo que su título insinúa, sino una historia mucho más local, aunque por ende, también sea (en cierto modo) universal.

Con un estilo que parece fruto de un cruce entre Simon Reynolds y Lester Bangs (por el enciclopedismo sobre el terreno del primero, ducho en raves, y el tono descarado, gonzo, drogota y rebosante del sentido del humor del segundo), Leo Felipe nos lleva por el universo deslocalizado de fiestas electrónicas underground de Porto Alegre, Sao Paulo o Belo Horizonte a lo largo de la última década, en una sana y necesaria ocupación del espacio público por parte de una escena atenazada por las leyes represoras de su clase política y por el adocenamiento de los grandes clubs, en los que las minorías trans, queer y no blancas han quedado arrinconadas en pro de una ramplona homogeneización: algo común, seguramente, a casi todas las escenas y micro escenas electrónicas del mundo.

El ritmo narrativo es tan inteligente y frenético como la escena que describe. Leo Felipe es un 24 Hour Party People al servicio de un relato que logra ser erudito (Mark Fisher o Marc Augé son referencias de sobra conocidas en la literatura cultural reciente) pero también fresco a la vez, sin asomo de pedantería y con el noble propósito de comerse la vida a bocados, haciendo honor a esa frase en la que el autor responde a la pregunta de Roland Barthes sobre cómo vivir juntos: “agotados pero llenos de fuerza, esperando a que llegue el dealer”. Estimulante, en cualquier caso.