Freak Scene. Los chalados e inconformistas que crearon la música independiente, 1975-2005
Libros / Richard King

Freak Scene. Los chalados e inconformistas que crearon la música independiente, 1975-2005

9 / 10
Marcos Gendre — 07-11-2018
Empresa — Contra

Han tenido que pasar seis años para que “How Soon Is Now?: The Madmen And Mavericks Who Made Independent Music, 1975-2005” (“Freak Scene. Los chalados e inconformistas que crearon la música independiente, 1975-2005”) se edite en castellano. Ha tenido que ser Contra la editorial responsable de certificar tal misión. No en vano, se trata de una de sus temáticas favoritas: el zeitgeist cultural. Y que, en este caso, alcanza el súmmum del género, incluso por encima de ensayos canónicos como “Nuestro grupo podría ser tu vida”, publicado también por Contra. Para confirmar tal aseveración, no hay más que dejarse llevar por estas quinientas cuarenta y tres páginas sin una pizca de grasa. Pura fibra nutrida de un mega coro de voces cosido con temple y gran agilidad narrativa. No hay respiro en la sucesión de escenas con las que King borda treinta años de música independiente. De Virgin a Domino Records, asistimos a un documental con cámara al hombro, donde se ratifica una realidad: en el noventa por ciento de los casos, siempre resulta más esclarecedor, e hilarante, el testimonio de las figuras del mundo musical que rodea a los grupos que el de sus integrantes, en este caso, personajes con el pedigrí de Mike Alway, Rob Gretton, Alan McGee o Geoff Travis.

Con la ayuda de más de medio centenar de actores principales y secundarios, King destripa las interioridades de la industria underground musical, sus milagros y contradicciones. Ya sea desde las ansias renovadoras de Rough Trade, la precocidad de New Hormones o la alquimia electrónica de Warp, cada sello discográfico es personalizado por sus propios ideólogos, protagonistas que se nutren de sueños locos de empresario, pero sin vocación para los negocios. Funambulistas del suicidio comercial sin los que, muy difícilmente, habría sido posible ser testigos de la desbordante nómina de grupos aquí retratados (My Bloody Valentine, Huggy Bear, This Mortal Coil, Felt, Pixies o Sonic Youth, por poner algunos ejemplos). Tan despampanante sucesión de bandas no es más que una pequeña porción de un pastel que se hace tan goloso como difícil de ir racionando. No es para menos, ante el incontenible desfile de secretos aireados y confesiones a puerta cerrada que King ha extraído de su particular técnica de entrevista. Porque no olvidemos que este libro no deja de ser un monumento al periodismo musical, galardonado con varios premios internacionales; en su caso, más que refrendados por lo que su autor nos ofrece en todo momento. Un banquete que completa una parte básica de una historia hasta la fecha inacabada, minuciosamente confeccionado para dejarnos la sensación de que hasta llegar este libro desconocíamos una parte integral de la misma. Una en la que, tal como reza el título del libro, los verdaderamente chalados no eran los músicos, sino gurús como Tony Wilson o Seymour Stein, entre muchos otros.

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