Fantasticland
LibrosAna Wajszczuk

Fantasticland

7 / 10
Martí Viladot — 04-12-2025
Empresa — Paripé Books
Fotografía — Archivo

"Fantasticland", de Ana Wajszczuk es un testimonio íntimo y contundente que desmonta los mitos de la maternidad contemporánea. La autora relata con precisión casi quirúrgica su tránsito por la infertilidad: años de intentos fallidos, diagnósticos que suenan a sentencia y un cuerpo que deja de sentirse propio. La reproducción asistida aparece como un ciclo de esperanza y desilusión que afecta su identidad y su relación de pareja. En ese contexto emerge uno de los gestos más potentes del libro: la decisión de su hermana de donar sus óvulos, un acto de amor radical que permite sortear el dilema genético y abrir una puerta a la posibilidad.

Sin embargo, para la protagonista del relato, una narración literaria con base autobiográfica, el nacimiento de su hija no es el cierre del viaje, sino el inicio de otro más discreto, pero igualmente brutal. La segunda parte del libro (“Después”) se adentra en el puerperio con una honestidad que incomoda: la culpa por no amamantar, el aislamiento emocional, el agotamiento extremo y la sensación de que la maternidad puede convertir el hogar en un territorio hostil. La autora desarma el tabú de la ambivalencia materna —la coexistencia de amor absoluto y deseo de huida— y expone cómo esa tensión, aunque común, sigue siendo innombrable.

El texto, en este segundo tramo, adquiere conciencia política: a través de la experiencia de la crianza y con la red de apoyo de otras madres, Wajszczuk evidencia que el sufrimiento no es un fallo individual, sino una consecuencia de un sistema que privatiza los cuidados, invisibiliza a las mujeres y exige una felicidad impostada. Su conclusión es clara: la maternidad es un espacio donde se revela la desigualdad estructural.

Al final, después de superar la pandemia y ver crecer a su hija, Renata, la protagonista del libro junto a su pareja, Martín, decide utilizar el segundo embrión congelado. No como búsqueda de un final feliz, sino como aceptación de que la vida —como la crianza— está hecha de ciclos imperfectos de miedo, amor, cansancio y reconstrucción. Fantasticland se convierte así en una obra imprescindible para comprender la complejidad emocional y política de la maternidad hoy, al tiempo que pone luz sobre un tabú contemporáneo: la idealización de la maternidad.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.