Publicado originalmente en 1964, por fin podemos disfrutar de una nueva edición de “En la encrucijada”, novela clave para entender la poderosa corriente realista surgida en Inglaterra a principios de los años sesenta. Que un director como Ken Loach adaptara este libro para la BBC en su momento ofrece una dimensión profunda de su relevancia, fundamental para entender el impacto que tuvo este texto desde el momento de su publicación.
Desde la primera hasta la última página, la primera novela de Nell Dunn resplandece por la veracidad que late en cada diálogo aquí expuesto, dentro de un retrato descarnado alrededor de tres jóvenes trabajadoras de una fábrica de bombones de un barrio obrero de Londres. A partir de dicho contexto social, se van hilando sus vivencias del día a día con tal naturalidad que resulta difícil no hacerse una diapositiva mental de cada escena aquí armada dentro de un todo que, en su brevedad, hace bueno el manido refrán sobre las virtudes de las distancias cortas artísticas.
Incisivo como pocos, este libro resuena a manifiesto obrero feminista. Un hito que, en su momento, provocó un revuelo importante dada la crudeza de su lenguaje coloquial, directo, sin tapujos. Un puñetazo sobre la mentalidad adoctrinadora de los años previos a la explosión hippie y el Swinging London que, a día de hoy, sigue dejando un rastro de pólvora tras su lectura. No en vano, estamos ante un libro fundamental que tanto sirvió como de inspiración directa en la confección de los kitchen sink drama pop que hiló Morrissey en cortes como “William, It’s Really Nothing” como para, sobre todo, conformar un frente empoderado al lado de otras voces femeninas tan imprescindibles como Shaleg Delaney. En definitiva, un clásico con todas las hechuras de dicho término, nacido para perdurar en el tiempo como un documento revelador de su generación.
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