Hay un chiste que se cuenta en el mundo del rock and roll que dice algo así como que el batería es el mejor amigo del músico. De todos los miembros de una banda, es el que se queda con un menor pedazo de gloria, el que siempre está atrás y asume un menor protagonismo, el que renuncia a ser el centro de la foto. Por eso a menudo se minusvalora la labor de la sección rítmica (cuando en realidad es la que puede convertir a un grupo mediocre en uno GRANDE) y pocos son los baterías (o bajistas) que deciden emprender la tarea de contar la historia de su banda. Steven Gorman es uno de los miembros fundadores de The Black Crowes, y por tanto una de las piezas clave en la historia de los de Atlanta más allá de Chris y Rich Robinson, los hermanos compositores del grueso de su repertorio.
Con la frescura de quien rememora sus mejores momentos, Gorman retrocede hasta los días previos a su primer encuentro con Chris Robinson y llega hasta meses antes de la última reunión del grupo en 2019, tras ¡tres! separaciones oficiales. En medio de todo eso, treinta años de un fulgurante ascenso a la gloria y la posterior y paulatina caída de una banda en constante estado de insatisfacción.
El batería se expresa sin tapujos y sin esconder nada, con un tono aparentemente tan sincero como carente de malicia que le absuelve de todo pecado. Aún así, reparte en todas direcciones, ya sea al hablar sobre la tormentosa y malsana relación entre los hermanos Robinson, la insoportable presión de las giras interminables de sus primeros años, las malas decisiones que llevó al grupo a cavar su propia tumba cuando lo tenían todo a sus pies, las peleas a puñetazos con fans o los típicos excesos inherentes a la fama y la vida en la carretera. Por si fuera poco, también se despacha a gusto dando su opinión sobre quienes han tenido que ver, de un modo u otro, con la trayectoria de The Black Crowes, como Rick Rubin, Aerosmith, Robert Plant, Jimmy Page, The Rolling Stones o ZZ Top, entre otros muchos.
Steven Gorman ofrece una completa y muy entretenida panorámica del devenir de The Black Crowes, una historia de rock and roll que no escapa a ningún clásico pero que no por ello resulta menos interesante. Para el fan, resultará un chapuzón de información y una inmejorable manera de conocer la carrera del grupo de la mano de uno de sus protagonistas. Pero para quienes no estén especialmente interesados en su música, resultará un texto igualmente recomendable para conocer el día a día en la vida de un grupo de rock en activo, además de un estupendo manual de qué no hacer cuando se alcanza el éxito masivo.
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