La historia detrás de este libro es, como mínimo, curiosa. El periodista musical David Ritz se había hecho un nombre gracias a sus biografías de Ray Charles y Marvin Gaye; y este fue el motivo por el que fue contratado por una tercera leyenda de la música afroamericana como escriba de sus propias memorias. Nos referimos, por supuesto, a la gran Aretha Franklin. Sin embargo, no tardó en darse cuenta de que, en este caso, se trataba de un encargo mucho más complicado. Aretha era una persona obsesivamente celosa de su intimidad, y que había construido un sólido muro entre su persona y los millones de curiosos que deseaban conocer más y más detalles sobre la existencia de la Reina del Soul. El resultado del inevitable tira y afloja fue un libro publicado en 1999, “From These Roots”, que sería definido, con cierta ironía, como “un largo comunicado de prensa”.
Descontento, Ritz decidió aprovechar todos los testimonios recogidos de sus amigos y familiares para escribir un segundo libro, su versión no autorizada de la vida de Aretha, que vería la luz en 2014, cuatro años antes del fallecimiento de la cantante, a pesar de que esta manifestó su total oposición a ello. Y tenemos que agradecer que Ritz decidiera saltarse el veto de su protagonista: nos ofrece un retrato magnífico de una mujer muy compleja y voluble, pero, ante todo, bendecida con un talento inconmensurable. Se trata de la hija favorita de alguien que ya era famoso, un famoso predicador amigo íntimo de Martin Luther King y uno de los líderes de la comunidad negra estadounidense. De alguien que, desde su infancia, manifestó unas dotes para la música casi sobrenaturales. Que fue madre cuando apenas era una adolescente, y que tuvo un primer matrimonio muy desgraciado, con un hombre violento, que abusó de ella y trató de manejar su carrera a su antojo. Pero que, al mismo tiempo, alcanzó un éxito inmenso con sus primeros discos y se transformó en un icono del movimiento de los derechos civiles. De una persona que consiguió una fama mundial, pero que, en secreto, tenía que luchar contra
sus inseguridades, el alcoholismo, la depresión y los ataques de ansiedad, lo que contribuyó a que se granjeara una fama de artista problemática y caprichosa y suspendiera en el último momento, a lo largo de su carrera, decenas de actuaciones y conciertos.
Ritz no oculta que, además de un profundo conocedor de su obra, es un admirador de Aretha, pero, manteniendo siempre un tono respetuoso, ahora tiene la oportunidad de explorar las debilidades y el lado más oscuro de su carácter –como su muy difícil relación con sus hermanas, que también intentaron dedicarse a la música, y con otras divas como Roberta Flack, Barbra Streisand o Whitney Houston–, junto a sus momentos de triunfo. Escrito con un notable pulso, en la mejor tradición del periodismo norteamericano, “Apología y martirologio de la reina del soul” nos cuenta una historia que merecía ser la contada.
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