Alguien como tú

Nick Horby bien podría ser el escritor británico pop por excelencia de su generación –la aparecida en los fructíferos noventa–, poseedor de un catálogo envidiable y tan accesible como brillante, en el que la temática musical tiende a salpicar (en mayor o menor medida) el desarrollo o argumento de cada historia en cuestión. El firmante de títulos como “Alta fidelidad” (95), “Un gran chico” (98), “31 canciones” (02) o “Funny Girl” (14) regresa ahora con “Alguien como tú” (21), volumen impregnado de su habitual estilo que se concreta en un más que notable relato ubicado en el Londres de la era pre-Brexit.

La nueva referencia del de Surrey presenta la historia de Lucy –profesora cuarentona, recién separada y con dos hijos– y Joseph –veinteañero, carnicero, entrenador de fútbol y aspirante a DJ–, que conforman una pareja interracial dividida entre pasiones incipientes y esos prejuicios (propios y extraños) que despierta su aventura. Todo en el marco enrarecido (y a todas luces determinante) de una Inglaterra divida por la votación del Brexit, con partidistas y detractores manifestándose en uno u otro sentido con pocos tapujos. Horby se aleja de cualquier tipo de sensiblería vacua y también del drama explícito para, a cambio, ofrecer un relato creíble y animado acerca del asunto, en el que abarca alegrías, miedos, sentimientos y obsesiones de la vida moderna. Lo hace sin esquivar ninguno de los temas candentes que pueda acarrear la relación de los protagonistas y también aquel movimiento separatista que se viene cocinando, pero apuesta por naturalidad, ironía, ritmo y un exquisito humor como catalizadores. El resultado es un libro (otro más del inglés) entendidísimo, con la escritura ágil del novelista sumando en positivo y capaz, a su vez, de diseñar un fidedigno retrato de época en el que combina el enamoramiento de Lucy y Joseph con secundarios argumentando acerca de la salida (o no) del país de la Unión Europea.

“Alguien como tú” es otro acierto de Nick Hornby, que tres décadas después demuestra mantener toque y chispa cuando de retratar relaciones en el marco socio-cultural mutante que es Gran Bretaña se trata. Un libro que, en realidad y para bien o para mal, es puro Hornby, y que llenará de argumentos tanto a seguidores como a censuradores del autor. Porque, aunque una vez más la novela sea carne de guión convenientemente edulcorado para triunfar en la gran pantalla, continúa siendo un placer reencontrarse con el inconfundible trazo del escritor, ese infalible a la hora de dilucidar personalidades con inteligencia, gracia y disimulada profundidad.