Abraham Boba –o lo que es lo mismo, David Cobas– suma una generosa (y nunca bien ponderada) carrera en solitario, desarrollada a conciencia antes de comenzar a liderar a esos León Benavente con los que por fin ha visto reconocido de manera global su talento como compositor y frontman. Por el camino, el gallego también había dejado muestras de su buen hacer con la pluma en el poemario “Esto no es una canción” (Espasa, 21), retomando ahora al arte de la escritura en el presente “163 cm.” que publica la editorial Arrebato.
“163 cm.” es un ensayo en el que el vocalista reflexiona en torno a aquellas peculiaridades y consecuencias derivadas de ser una persona de baja estatura, apostando por una estructura de correlación en la que un eslabón tiende a enganchar con el siguiente dando así lugar al propio hilo argumental. Una decisión que (de paso) propicia ese ritmo ágil que, de forma genérica, preside la lectura y resulta del todo favorecedora para con una referencia cuyo autor ha apostado por armar (y enriquecer) en base a diferentes orígenes. Unas fuentes que, convenientemente argumentadas por Boba, cristalizan en capítulos temáticos.
Un tomo conformado, en efecto, en base a pequeños párrafos de reflexiones, confesiones y recuerdos, en una selección entreverada con generosos apuntes externos, estudios científicos y pesquisas empíricas, además de curiosidades, perspicaces apreciaciones y no pocas apariciones de artistas o personajes históricos. Este interesante “163 cm.” huye, al mismo tiempo, de cualquier tipo de victimismo y, en paralelo a su temática principal, hace las veces pequeña autobiografía. O, cuando menos, radiografía parcial del músico en cuestión.
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