El Pluggg 3 OVA 1
DiscosYung Beef

El Pluggg 3 OVA 1

7 / 10
Daniel Caballero — 27-06-2025
Empresa — La Vendición Records
Género — Trap

El proceso de lanzamiento de los álbumes de Yung Beef (Granada, 1990) es como el dicho del Guadiana, que primero aparece, luego desaparece y así sucesivamente. “El plugg 3 sale en gunio ala ya lo e dicho”, fui el tuit que puso el 1 de mayo. Y la esquizofrenia se apoderó de las redes. Un proyecto que empezó a mostrarse por redes en 2022 y que ahora, tres años después, ve la luz en “gunio” de 2025. Mucha vida ha pasado desde entonces, que ha podido influir no solo en su música sino en su persona, o quizás sean lo mismo, qué más da. Aparte de firmar una de las más colosales actuaciones de su carrera como la de El Día de la Bestia el pasado año en el Palacio de Vistalegre, el propio artista expresó para El País anteriormente que estuvo dos meses internado en el centro de desintoxicación de Montealminara (Málaga), confesando que mucho del material de este disco lo grabó en momentos durísimos y dejando frases como: “el trap no es consumir cocaína, es venderla”.

Más limpio que nunca, lúcido y alejado de esos males que un día fueron sus aliados, el lector puede tener una pregunta lógica: ¿entonces, hay diferencias entonces entre el Yung Beef de ahora y el de antes? Yo se la respondo: no. Yung Beef sigue dándole largas a la industria, sigue siendo anárquico, imprevisible, insondable, oscuro como el petróleo y sinvergüenza en el sentido más literal de la palabra. Lo que cambia es el campo de batalla que plantea cada álbum, pero el jugador sigue siendo el mismo. Yung Beef construye escenarios, como si de una maqueta real se tratara, y luego se regodea en su destrucción, una destrucción que ya no es interna, sino externa. La tercera entrega de la serie de El Plugg es una demolición controlada, que inició con una actuación en el techo del estudio de Radio Primavera Sound -flashbacks de Vietnam de la actuación con Hakim en 2018- , acompañado de un robot gigante y donde cantó el adelanto “Vaso Azul” para posteriormente bajar, entrar en la cabina de radio y conceder una entrevista donde, a pesar de estar más lúcido, limpio y recuperado advirtió: “Sigo sin meterme a la Iglesia”, por si había alguna duda.

Así aterriza “El Plugg 3”, que estará dividido en dos partes: OVA 1 y OVA 2, esta es la primera. Las siglas OVA significan “Original Video Animation”, que son aquellos episodios, series o cualquier tipo de reproducción de video destinada a que se consuma en formatos físicos. Todo esto proviene del anime japonés y tiene mucho que ver también con la creación independiente del arte sin restricciones ni censura de ningún tipo.

El otro concepto nuclear -también japonés- que se extrae del álbum es el del Gundam, un tipo de series donde los humanos se pelean entre ellos con trajes robóticos gigantes. Ahora ya tiene sentido el robot que lo acompañó en la actuación del Primavera. Dentro de este campo conceptual Yung Beef torpedea a los traidores, las bad bitches, los suavones y todo lo que se le ocurra. “Me traicionaron todos y ahora estoy fronteando solo”, expresa en “El Corte Inglés” que finaliza de manera peculiar con un anuncio entrecortado de los trajes de Emilio Tucci mientras van sucediéndose soniditos digitales que indican amenaza en el campo de batalla. Ir a la guerra con trajes robóticos de Emidio Tucci o mejor, con trajes robóticos de Emidio Tussi. La amenaza podría venir de “Pulserita Roja” -una canción cuyos protagonistas son indudablemente los machacones hit hats serpenteantes- que despacha rápido equipándose el amuleto: “De los falsos nos cuidamos pulseritas rojas / en las dos muñecas pulseritas rojas / que tu envidia no nos coja pulseritas rojas”.

La paranoia se presenta en “WDF”, un trap ingrávido con ecos de memphis rap, mientras que el dark-detroit aparece en canciones como “Cartoon Network” junto a Uzii Gaang, uno de los cortes desconcertante (“yo quería trabajar pa’ hacer dinero / pero ahora vendo droga pa’ ver Cartoon Network”) e interesante a partes iguales, en un homenaje lisérgico a algunos personajes que aparecen en canal de animación “tenemos vaca y pollo / tú eres pinky, yo cerebro”.

La multiplicación de estribillos obsesivos y machacones característicos de El primer Plugg también se manifiestan en “Juan de Dios”, “Hasta la polla de esmayaos” y la siniestra “RS3” -con un versazo de Doe Boy, uno de los artistas firmados por Future- (“ponemos los carros con el modo sport”), estribillos a veces hipnóticos, a veces cansinos, pero nunca indiferentes. La concesión más comercial del álbum es la colaboración con 8belial, “Wine”, -significa bailar sensualmente en el patois jamaiquino- con ese dancehall abrasivo tensionado de sexualidad y que demuestra un matiz importante: Yung Beef permea por la tendencia, no al revés.

Hay un patrón que se rocía durante los 43 minutos de duración del proyecto y es que está pulsado constantemente por esos efectos de soniditos biteros, emulando las notificaciones que una interfaz digital en el campo de batalla produce. Sonidos de carga de proyectil, motores, lanzamientos, radares, avisos de peligro…todo ello contribuye a agrandar la ambientación del concepto bélico-digital-interplanetario.

Y terminando por el principio, la canción que abre el álbum es “Pheel Koolin”-un bombardeo triunfal de cajas y bombos-, en un juego fónico marca de la casa refiriéndose al gran Phil Collins, donde se samplea “Another Day in Paradise” del artista británico, una canción que habla sobre la pobreza y la poca empatía hacia los marginados. Yung Beef, Pxxr Gvng, Los Pobres. La cabra siempre tira al monte.

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