XPQ-21 es el proyecto liderado por Jeyênne con base en Alemania, activo desde finales de los noventa y que ahora regresa con el que es su primer álbum en casi dos décadas. Quizá ese sea el motivo por el que el presente “Overgod” resulta una suerte de bacanal en la que tienen cabida todas las preferencias que el autor maneja en su paleta sonora de colores. Un obra ambiciosa y extensa –en la práctica, quizá demasiado– que queda concretada en un total de diecisiete cortes.
Un generoso espacio en el que Jeyênne vuelca sin tapujos toneladas de electrónica, sonidos industriales, post-punk, glam-rock, cyber-punk, drum'n'bass, house o rock gótico. Una amalgama que se concreta, a su vez, en una selección más o menos afortunada dependiendo del momento. Hay algo de relleno, pero también piezas consistentes como “Machines”, la instrumental “Toro”, “Temptation”, la belleza inquietante de “Nothing Last Forever” o esas “Dance The Devil” y “Little Spider” deudoras de Peter Purphy.
“Overgod” es un disco catártico que se mueve entre distintos tonos de oscuridad, basculando entre momentos que funcionan a la perfección y otros que se pierden en su propio exceso –difícil evitarlo cuando el disco se extiende durante más de una hora de duración–, sin que estos acaben por difuminar totalmente sus logros. Tras tanto tiempo en silencio, quizás este no sea su momento, pero todavía tiene cosas que contarnos.
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