Se han crecido respecto aquel “Blinding Lights” con el que se dieron a conocer el pasado año. Sin necesidad de variar un ápice ese gusto por el carácter más ambiental de la dark wave de aires góticos y el trip hop de beats arrastrados, los barceloneses suenan más cristalinamente producidos y con mayor empaque en estos nuevos temas que incluyen en su último EP. Jugueteando por primera vez con el potencial de los coros vocoderizados en “Into This Dream”, el dúo se aproxima con soltura a las pistas de baile opresivas de The Knife. Aunque también hay espacio para tintar la frágil voz de Adri de sintetizadores ambientales en “The Greatest Lover Ever” y alterar la sintética presión gravitacional con esa pieza titular rica en efectos que evidencia los grandes frutos de sus últimos directos. Ante canciones así, Stendhal Syndrome se posiciona como uno de los valores exportables de esa oleada de artistas en la órbita de Creep o Zola Jesus (sin necesidad de alardear de gorgoritos) que marcan la electrónica de negro en estos tiempos de incertidumbre socioeconómica. Con su segundo álbum llegará el momento de la verdad.
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