Como le pedía Mafalda a su padre cuando éste se quejaba de que sus tiempos eran mejores: “quería que me dijeras que éstos son aún tus tiempos”. Chest lo consiguen: mantienen un pie en el pasado sin dejar de asentar el otro firme en el presente.
Conservando el espíritu y la esencia mod y beat de la música que más les gusta, los actualizan con una sana dosis de power pop contemporáneo a la americana. La edad se aprecia en el espíritu crítico (desde el título del disco hasta el de canciones como “Golden Marine”, tradúzcanlo libremente a ver qué les sale...) pero no en el empuje y la energía: las canciones son urgentes y la ejecución ansiosa y agresiva en sentido stoniano (de la época en que esto era un piropo). “Silly Girl”, “Miracle Guard” o “Run Ruth Run” son canciones de alto nivel y brillante ánimo. La versión de “September Girls”, pese a lo obvio de su elección, gana sentido por su crudeza. Y la de Los Brincos, “Nadie te quiere ya”, sorprende por su vocalización con acento guiri, en evidente y jocoso homenaje a cantantes como Mike Kennedy de Los Bravos. Y en media hora, como en los vinilos de antes, se acaba la música. Un pequeño gran disco. Háganme caso, que yo no soy precisamente de los que bailo el agua a las bandas locales.
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