Pequeños destellos de inspiración, afianzados en la acumulación de dulces medios tiempos (“Never Let Each Other Down”, “If You Could Make It Good”, “Takin It Easy” , “Yes You Are” o “Sheepish”), en alguna pieza de soul rock de lo más luminoso (“Brothers And Sisters”) y en cortes más duros (pocos), que pueden recordarte a Queen por poner un ejemplo (“Revolution” o “All Is One”). Sin ser la bomba es un trabajo que se deja escuchar de forma más unitaria que su anterior disco, que aunque guardaba alguna gema melódica, era sin duda más desigual. Factor al que ha contribuido, el hecho de que casi todos los temas estén compuestos por su vocalista Shawn Smith (fan de Prince hasta la médula) mientras que en el anterior disco todos los temas venían firmados por la banda al completo. Por ese motivo este es un álbum más personal y homogéneo, menos de banda, pero ni mucho menos espectacular.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.