Virtuality

"Virtuality" es el primer trabajo de larga duración de un Faxu que ya se perfila como una de las grandes promesas de la nueva escena underground nacional, que viaja a lomos de un hyperpop hormonado con makineo y drogas de diseño. Una escena a la que cada vez acuden más artistas que vienen de lugares diferentes: Rusowsky, Rojuu y Orslok son tres ejemplos diferentes. Los dos segundos aparecen en ‘Virtuality’ para respaldar la propuesta de Faxu. Todos beben de la incursión psicotrópicas de Sticky M.A. tras elegir influir en los chavales en lugar de convertirse en chico estrella.

Faxu es, quizá, el que más se parece al Sticky de los últimos años, por ser el más nuevo y el que más ha tenido tiempo de pulirse sus álbumes de principio a fin una y otra vez. El resultado sigue siendo fresco a pesar de contar con referentes, y de hecho, se siente la inexperiencia de Faxu en algunos de los cortes del trabajo. Aún así, los aciertos son más que los fallos. Entre ellos, por ejemplo, la incorporación de la electrónica a los temas donde se le nota el background urban, que le permiten aparecer como el primer artista de éxito 100% hyperpop en la incipiente escena nacional.

El trabajo es muy interesante porque, en primer lugar, es la evolución natural de artistas como el ya mencionado Sticky M.A. o Yung Beef, que marcaron al público de la década anterior, lo que significa que se dejaron semillas que han crecido. En segundo lugar, porque para que cualquier movimiento consiga la relevancia que merece, necesita un artista que sea 100% autóctono del mismo, igual que Bad Bunny supuso la consolidación del trap latinoamericano. Y en tercero, y más importante, porque ‘Virtuality’ está muy bien, es divertido, es digerible, catchy y tiene de todo para sonar en muchas fiestas este verano. Faxu firma un buen álbum y se coloca en la pole, para firmar el siguiente. Motivos más que de sobra para que cualquier crítico del país prestara atención a lo que está pasando con él.