La naturaleza cruda de Varials, que empezaron su carerra hace casi una década ofreciendo canciones de hardcore metalizado rabiosas, parece empezar a mutar. En los últimos meses y años ha habido cambios en la banda que no solamente han afectado a su sonido, sino también a su formación. Con el ex-guitarrista Mitchell Rogers reconvertido en vocalista tras la salida de Travis Barron y la vuelta de Shane Lyons (abandonó Varials en 2017) como guitarrista rítmico, el grupo de Filadelfia presenta su tercer largo, “Scars For You To Remember” siguiendo una estructura similar a la de “In Darkness” (19) pero con una pegada bastante diferente.
El metalcore es ya uno de los subgéneros musicales más machacados, con centenares de bandas que intentan hacerse hueco en una escena un tanto dispersa que parece anhelar más la caricia del éxito comercial incrustando por doquier la electrónica y añadiendo voces melódicas empalagosas en lugar de buscar una mejor versión de uno mismo. Como muestras claras y debatibles, ahí están los giros de Bring Me The Horizon o las respectivas "evoluciones" de Parkway Drive o While She Sleeps, por ejemplo.
El caso de Varials no resulta muy distinto al de los grupos citados, salvando las distancias. El grupo sigue teniendo esa agresividad que te pega en la cara con guitarrazos que se acercan al djent y breaks potentes y efectivos (y que saturan un rato, también), pero también empieza dejar entrever un posible cambio que quizás no solamente se va a quedar en una reformulación de su sonido y que canciones como "Circles" o "Day 3: Revenge" dejan bastante claro. Aunque quizás no sea tal que así, la melodía y el estribillo fácil, los arreglos electrónicos y ese comodín "-core" que siempre termina con los clásicos sobresaltos y gritos en tantas bandas actuales puede su camino deseado.
“Scars For You To Remember” es un disco que está bien ideado para su escucha y disfrute, pero no trasciende y acaba repitiendo como el ajo aun con su brevedad. Parece el clásico álbum de transición que sale bien y resulta hasta variado y moderno dentro de sus cuatro paredes, pero sin trascender más que otros que juegan en su misma liga.
Sus canciones se van hilando a través de un primer capítulo y tres interludios construidos en cuatro partes ("The Cycle Of Violence", "Phantom Pain", "The Gold Room" y "You Were Never Safe Here") sobre las que se desarrolla una especie de trama que se alarga a un total de doce cortes entre los cuales se encuentran trallazos ocasionales que sí merecen la pena como "Phantom Power" o ".50".
La ausencia de las voces gruesas de Travis Barron se nota, y el toque macarra que ofrecía se ha esfumado completamente de la esencia del grupo. También se ha perdido algo de credibilidad en la experimentalidad que en su anterior trabajo mostraron de una manera más disfrutable y que ahora parece un poco caricaturesca. La banda tiene un camino difícil por delante si quiere diferenciarse del resto de bandas que están en su mismo peldaño. No es imposible, los ingredientes de "Scars For You To Remember" no conforman un desastre, pero necesitan algo más para no ser olvidables.
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