Barbara Barbara, We Face A Shining Future
Discos / Underworld

Barbara Barbara, We Face A Shining Future

6 / 10
Esther Al-Athamna — 21-03-2016
Empresa — Astralwerks / Caroline
Género — Electrónica

Tras seis años de espera, desde aquel luminoso “Barking”, Karl Hyde y Rick Smith han vuelto, pero han vuelto a medias, ni siquiera con la coproducción de “High Contrast”, eminencia del drum and bass, la cosa ha remontado. Y mira que incluso el título “Barbara Barbara, We Face A Shining Future” induce al optimismo, pero este trabajo no está a la altura, ni por cantidad, sie-te temas tiene, ni uno más, ni por una calidad sobresaliente. Da la impresión, que tuvieran la imperiosa necesitad de salir de gira, de hecho saldrán por Europa de forma inminente y para ello hubieran echado mano de un puñado de canciones que presentar y que lejos de ser malas, no sorprenden ni emocio-nan.

Ya el tema de adelanto “I Exhale” ejerce más de cortinilla de apertura de dis-co que como single, monótono y facilón. Al menos en “If Rah” un tema que comienza con una arenga interminable de Hyde, despega casi a los cuatro minutos de duración para terminar con el poderío de unos sintetizadores transparentes y punzantes. “Low Burn” el tema más Underworld del álbum, retoma esa electrónica edulcorada y feliz que tan bien se les da, llena de armonías finas y suaves que recrearon prodigiosamente en su antiguo “Oblivion with bells”. La sorpresa viene de la mano de “Santiago Cuatro” un pequeño aperitivo arabesco de cuerda y pads amoldados, música de spa, para entendernos pero de una belleza notable. “Motorhome” es directamente una nana apta para robots que prepara para la recta final del disco a cargo de “Ova Nova” y “Nylon Strung” dos medios tiempos alegres y sofisticados a los que ya nos tenían demasiado acostumbrados. Atrás quedaron las sorpresas de álbumes como “A hundred days off”, los estribillos pegadizos como el de “Between Stars” o las explosiones rítmicas de “Kittens”. Underworld se nos han acomodado, cabía esperar mucho más tras esos seis años de parón, quizás las expectativas jueguen malas pasadas o quizás el paso del tiempo pese demasiado, tanto para los actores como para las audiencias.

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