Mike Ness es un auténtico superviviente. Un personaje muy hábil que a diferencia de otros compañeros generacionales ha sabido tejer a su alrededor una estela de autenticidad y carisma sin duda merecida. Por eso no es de extrañar que se dedique a elaborar artefactos como este y le salgan bien. Y cuando digo esto, no sólo me estoy refiriendo a la solidez interpretativa de la propuesta, sino también al número de copias vendidas de la misma. Un número de copias beneficiadas por su estela de rock star, que sobrepasará en muchos miles a las que puedan registrar personajes como Mojo Nixon o el Reverendo Horton Heat que, con todo, desarrollan propuestas más personales y no tan efímeramente circunstanciales como la que nos desvela este álbum, su segunda obra al margen de su banda de toda la vida. Un disco que recoge, con la crudeza interpretativa y personalísima de líder de Social Distortion, una colección de temas de leyendas del country y del rockabilly de la categoría de Hank Williams Sr., Marty Robbins, Carl Perkins…, más un tema propio que muy bien podría haber incluido en “Cheating At Solitaire”. Un álbum este último que recomiendo antes que éste a quienes que todavía no lo hayan escuchado. Primero lo escuchas y después decides si este también te interesa.
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