Possession

El talento precoz del músico de Los Angeles se ha reflejado en un torrente de álbumes que han traído a nuestros días la estética sonora del rock excéntrico con raíces en los mágicos primeros setenta. A lo largo de casi dos décadas -quién lo diría-, Ty Segall ha dado muestras sobradas de saber hacer buenas canciones -muchas, magníficas-. grabando y ocupándose de casi todo, al margen de modas y tendencias.

Esta visión de autor tan prolífica, primero más amateur y luego más seria, ha brillado también en bandas sonoras friquis, experimentos de electrónica vintage, álbumes acústicos más o menos inspirados…Y es natural, ley de vida, que llegue un momento en el que las ideas se hagan un poco reiterativas. Ty se ha exprimido, haciéndonos gozar de lo lindo por el camino.

Y no sería justo considerar su nuevo trabajo un disco mediocre -Segall no sabría hacerlo, y menos a estas alturas-, pero esta nueva colección de canciones de rock psicodélico vintage palidece un poco al lado de las de obras tan inspiradas de su etapa madura como “Freedom´s Goblin”(18), “Harmonizer” o el pletórico doble “Three Bells”(24). No olvidemos que este “Possession” es su disco número veinticinco desde 2007. En él Segall se muestra menos gamberro y más acomodado, con un despliegue contenido de psicodelia rockera con toques progresivos.

Por un lado, las sorpresas brillan por su ausencia, y los recursos, tanto instrumentales como musicales, se ven venir. Por otro, el sonido vuelve a ser espléndidamente clásico, y el álbum se escucha con agrado de arriba a abajo, con canciones tan potables como la que da nombre al disco. Quizá no sea la cosecha más fecunda de quien ha hecho del ingenio gamberro su bandera creativa. Pero seguro que volverá a sus cotas acostumbradas.