Casi una década han tardado Tortoise en entregar la continuación de “The Catastrophist” (Thrill Jockey, 16). O lo que es lo mismo, el octavo álbum de estudio de John McEntire, Doug McCombs, John Herndon y compañía. La mítica banda de post-rock de Chicago regresa con “Touch”, un disco en el que ese género al que tienden a resultar preferentemente asociados no es sino uno más de entre los múltiples ingredientes latentes en la fórmula.
Una obra en la que merece la pena escarbar para asimilar el perfil detallista de cada uno de sus diez instrumentales, apurando electrónica, pasajes cinematográficos, ambient, indie-rock, jazz, techno, avant-garde o krautrock, para dar composición a la presente colección de lienzos sonoros. “Touch” oferta diferentes intensidades, texturas y tonalidades, en lo que no es sino uno de los atractivos de este retorno que evita unificar el tiro en torno a un único objetivo. A estas alturas del partido, es evidente que Tortoise ya no luce sobremanera como esa banda endiabladamente vanguardista, desafiante y alejada de lo convencional que en los noventa firmó clásicos como su debut homónimo de 1994, “Millions Now Living Will Never Die” (Thrill Jockey, 96) o “TNT” (Thrill Jockey, 98).
La escena ha cambiado; las reglas del juego han cambiado; la banda y el público han cambiado. Y, sin embargo,Tortoise mantienen, en base al perfil dinámico que preside “Touch”, aquella inquietud creativa que fuese directamente responsable de sus mayores logros. Concretada con diferentes formas y maneras, pero aún palpable a lo largo de un disco plagado de recovecos y detalles que propician el reflejo inédito a cada escucha adicional.
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